viernes, 28 de noviembre de 2008

Caminos del Inca





















CAMINOS DEL INCA

Llegamos a Lima el 28 de octubre al filo de la medianoche. Nos registramos en el Hotel Marriott, enclavado en el Malecón de la Reserva, Miraflores, justo frente a los acantilados del Océano Pacífico. Frente a nosotros, el Parque del Malecón con fuentes modernísimas y el Centro Comercial Larcomar, que está debajo de la Plaza de forma tal que no perturba la vista del mar. A la mañana siguiente, salimos a recorrer Lima y, lo primero que captura nuestra atención es lo limpio de esta ciudad, todos los barrios de todos los estratos sociales están impecables. Solía decirse que el Perú era una sociedad sin clase media, hoy es muy diferente; lo que vimos por las calles es precisamente una clase media profesional, pujante, ocupada. Sin duda, vemos miseria pero no desbordada; los indígenas trabajan principalmente en los mercaditos artesanales (que son un motón) elaborando y vendiendo sus productos.

El nombre Lima parece devenir del nombre quechua del río RIMAC que bordea la ciudad. El lugar de encuentro de nuestro tour es la Huaca Pucllana, una construcción de adoboncitos que fue un centro administrativo y ceremonial, en principio de los wari y más delante de los lima (tanto los lima como los wari son culturas pre-incaicas).

Nos dirigimos a la Plaza Mayor o Plaza de Armas de Lima. En este mismo sitio fundó Pizarro la ciudad en 1535 y aquí tuvieron asiento los poderes del Virreinato del Perú. Como toda ciudad fundada por españoles, alrededor de la plaza vemos El Arzobispado, la Catedral y el Palacio de Gobierno. La Plaza, en general, es majestuosa, los jardines bien cuidados, todo limpísimo; destaca en su centro una fuente de bronce que data de 1650 y que, en el día nacional, la llenan de Pisco para el pueblo. Destacan también los fantásticos balcones coloniales (parecidos a los de Cartagena).

Continuamos nuestro paseo por Miraflores y San Isidro, las dos urbanizaciones más importantes (ellos dicen barrios) del sur de Lima. En nuestro paseo pasamos por la calle de las Embajadas y poco faltó para que se nos cayera la cara de vergüenza al ver la de nuestro país; es un palacete colonial, sito en una esquina de la calle Arequipa y está pintado de piso a techo de rojo sangre, HORRIESPANTOSO. Los guías turísticos, versados en arte y arquitectura, se refieren a él con un tono de burla que nos partió el corazón. La casa semeja una señora de élite a quien un chulo obligó a vestirse de prostituta para humillarla.

Tuvimos que sacar la cara por la ventana para que nos diera el aire de Lima y nos refrescara de ese bochorno, entramos así en el paseo del Olivar donde los olivos estaban cargados de aceitunas; algunas de estas plantas datan desde la época de la colonia y, como detalle ornamental, está la prensa que se utilizaba para extraer el aceite de oliva con el que, en ese entonces, encendían las farolas. La municipalidad de San Isidro es dueña de estos olivos y los cosecha para su comercio.

El Parque del Amor, una recreación del parque de Guell de Gaudí, es también una zona hermosa de la ciudad, así como el Parque de la Reserva con sus 15 fuentes.

Atendiendo una recomendación de Nathaly, nos fuimos a almorzar a un sitio llamado “PESCADOS CAPITALES”, transcribo la dirección por si llegan a Lima, no lo pueden perder; la comida es estupenda, la atención buenísima y la carta es un dechado de creatividad. Todos los platos tienen nombre de un pecado capital: un ejemplo de “Pecaítos a la Carta”: Santa Ira: pulpo adolescente a la parrilla, el mejor pulpo que he probado en mucho tiempo; el Pecado Original que es un tiradito de lenguado o, entre las Virtudes Capitales, La Templanza que es un tiradito de atún. Av. La Mar 1337, Miraflores.

En la tarde, fuimos a caminar el almuerzo hacia uno de los mercaditos indígenas que se encuentra en la capital. Creímos que era uno sólo pero son como 6. Es recomendable comprar los souvenir de artesanía en estos sitios; en Cusco, Ollantaytambo, Machu Pichu consiguen exactamente las mismas cosas pero tres veces más caras. En la noche fuimos a un show de bailes típicos en el restaurante “Junius”; el espectáculo, bastante bueno, presenta algunas de las más importantes danzas del Perú (tienen como 2000), la comida MALISIMA (gracias a Dios habíamos almorzado en Pescados Capitales).

Al día siguiente, fuimos a Barranco, el barrio bohemio y cultural de Lima. Aquí se encuentra la Iglesia de Santa Rosa, donde están enterrados Santa Rosa de Lima y San Martín de Porres, también el Puente de los Suspiros y la casa de Isabel Granda Larco, mejor conocida como Chabuca Granda.

En ruta hacia el templo de Pachacamac pasamos por uno de los acantilados de Lima donde nos narraron la leyenda del Salto del Fraile; se refiere a una pareja de amantes contrariados en la que el hombre, despechado termina por ingresar a una orden religiosa; como fraile, desesperado por no poder tener a su amada, supuestamente se lanzó al mar desde este acantilado, otros dicen que resbaló y cayó. Existe, hoy allí un restaurante llamado El Salto del Fraile y, en las afueras del sitio, hay un chofer de taxi que, para redondear sus ingresos, se viste de Fraile y se lanza al agua para colectar algunas propinas.

Llegamos al Santuario de Pachacamac, divinidad adorada por los pueblos pre-incas, en este caso, concretamente, la cultura Wari. Pachacamac, ordenador del universo, era un dios tan adorado y temido que los wari creían que, en su furia, causaba los sismos (Lima es una ciudad muy sísmica). Acá se observan las pirámides del sol y de la luna (como en México). En el templo de la luna se supone estaba escondido el tesoro de Atahualpa. Todos los pueblos (pre-incaico e inca) acudieron a Pachacamac ya que aquí se encontraba el gran oráculo. En el templo de la luna, que está hoy en restauración, vivían las concubinas del Inca, protegidas e instruidas por las Mamacunas (especie de chaperonas).

Finalizada la visita a Pachacamac nos fuimos a un restaurante de comida Nikkei (fusión japonés) llamado MAKOTO SUSHI BAR en el Centro Comercial Larcomar. En realidad, queríamos ir a Toshiro´s pero no nos alcanzó el tiempo. Bien, aquí en Makoto comimos estupendo. La fusión Nikkei para chuparse los dedos, solo como ejemplo les describo el Roll Banana Maki: un tempurizado relleno de trucha ahumada, queso, aguacate, cubierto de plátano con salsa de maracuyá. Increíble, menos mal que la comida valía la pena porque la atención es LEENNTAAA.

Regresamos a los mercaditos indios (ya les dije que se encuentra cosas interesantes) y por la noche fuimos al restaurante ROSA NÁUTICA, está ubicado como un palafito sobre el pacífico y atraviesas por un puente acariciado por el océano. La comida es buena aunque un poco pretenciosa y, aunque este es considerado un restaurante 5 tenedores, me gustó más Pescados Capitales.

Muy temprano en la mañana salimos para el Cusco; aquí nos alojamos en el Hotel Libertador, a unas cuatro cuadras de la Plaza de Armas, la misma en que fue desmembrado y decapitado Tupac Amaru II. Cusco es una ciudad preciosa (también muy limpia). Al llegar al hotel, lo primero que haces es tomar té de Coca porque la altura de verdad regaña. Luego fuimos a visitar la Catedral del Cusco construida sobre el Palacio Real del Inca Viracocha. De allí, partimos a Koricancha, templo dedicado al dios Inti (sol) construido en bloque de granito tallado y oro derretido.
Más tarde, fuimos a Saqsaywaman donde pudimos apreciar de cerca la construcción inca, mediante la técnica del machihembrado de gigantescos bloques de piedra. Las construcciones, puertas y hornacinas tienen forma trapezoidal lo que las hace antisísmicas. El valle de Saqsayawaman era donde habilitaban los Incas de la inteligencia. Todo aquí va a tener simbología cabalística con el No. 3, y con la Chakana o Cruz Andina que representa los tres mundos en que creían los Incas: HANAPACHA, el mundo de arriba; KAYPACHA, el mundo de ahora y UCUPACHA el mundo subterráneo. Esa tarde fuimos también a KENKO, donde se preparaban las momias y a PUCA PUCARÁ, fortaleza militar.
Al día siguiente salimos temprano en la mañana para tomar el tren con destino a Machu Pichu. Después de 1 hora y media de trayecto en autobús llegamos a la Estación Ollantaytambo, tomamos el tren y luego nos esperó otro un autobús que, subiendo a dos mil por unos farallones de pavor, nos dejó en Aguas Calientes, pueblo a las faldas del Cerro. El ascenso a Machu Pichu es muy forzado, pero vale la pena el esfuerzo. La construcción está prácticamente intacta. Los centros de ritos, los altares nos dan una pálida idea de lo grandioso de estos ingenieros. Cada construcción nos habla del conocimiento de su entorno astro físico. Los símbolos religiosos están en todas partes repitiendo a cada paso el No. 3 (tres mundos), representándolo en sus tres animales tótem (cóndor, puma y serpiente) y la Cruz Andina que refleja la cosmogonía andina.
LA CHACANA
Después del ascenso a Machu Pichu, volvimos a bajar a la estación, e hicimos el recorrido a la inversa, en el mismo autobús en el que el chofer parece querer batir la velocidad del sonido mientras el estómago de los pasajeros se voltea por el forro y se vuelve a enderezar (los hombres dicen que el forro que se les volteó fue el de otra cosa); llegamos al hotel MUERTOS de cansancio y llenos de tierra; mañana iremos al Valle Sagrado.
Camino al Valle, visitamos la Feria de Pisac, el Valle Sagrado, la Fortaleza de Ollantaytambo y el pueblo de Chinchero (a 3800 mts. de altura); definitivamente nuestros organismos tropicales no están hechos para esa altura. Hacía un frío que pelaba, la cabeza nos daba vueltas; yo, que acostumbro a tomar notas de todo, sucumbí las manos en las mangas del suéter y nos las volví a sacar más; por eso, sólo puedo decirles que la iglesia era preciosa, llena de pinturas fantásticas y etc, etc.
En la noche, algo recuperados, nos tomamos 2 piscos en el bar del hotel para celebrar el cumpleaños de Orlando Mañana regresamos a Caracas con el sabor de haber visitado un centro espiritual y energético que ni el tiempo, ni los elementos han logrado borrar.

viernes, 21 de noviembre de 2008

VIAJE EN EL TIEMPO





VIAJE EN EL TIEMPO.

TURQUÍA, ISLAS GRIEGAS Y ATENAS
(OCT. NOV 2007)

Cerca de las 4:00 P.M del 30 de octubre llegamos a Estambul y nos trasladamos al Hotel The Marmara. Esa misma tarde, después de instalarnos, salimos con la ilusión de respirar la esencia de Aladino, escuchar una historia de Sherezade; aspirando encontrar quizás la lámpara de algún genio que anduviera desocupado por allí buscando a quien concederle uno que otro deseo. Pero no, The Marmara Hotel está justo al frente de la Plaza Taksim, corazón de la parte moderna de Estambul; de tal manera que nos encontramos con una ciudad totalmente europea, llena de gentes vestida a la occidental, riendo, comiendo, viviendo. El sello particular que no nos dejó olvidar donde estábamos fueron los Kebabs dando vueltas en sus asadores, esparciendo su perfume, eso y también un extraño lamento que regularmente perforaba el aire como un llanto, un quejido profundo, agorero y musical que, para entonces, sin saber todavía de que se trataba, nos sorprendió y asustó un poco .

Es apenas en 1930 que esta ciudad pasa a tener como nombre oficial Estambul, ISTANBUL en turco, deformación de la frase árabe: “eis tan polei” que significa ir a la ciudad.

Estambul fue establecida por los griegos en el 667 A.C; hasta el año 330 AD se llamó Bizancio y fue capital de los Imperios Bizantino y Otomano. Posteriormente, fue llamada Constantinopla (ciudad de Constantino) y capital del Imperio Romano.

En 1923, cuando el país se convierte en República de Turquía de la mano del General Mustafá Kemal (llamado por ellos Ataturk o padre de los Turcos), Estambul dejó de ser la capital del país siendo esta trasladada a Ankara. Sin embargo, por su situación privilegiada frente al mar, continúa siendo la ciudad más comercial y turística. Actualmente tiene cerca de 13 millones de habitantes de los 70 millones que tiene toda Turquía.

Esa misma tarde, bajando desde la plaza Taksim hacia la Av. peatonal Istiklal, en el Bambi Café, degustamos un YARIM EKMEK DONER (pan de pita relleno con Kebab de cordero, tomate, cebolla y papas fritas, estupendo; y un KASARL DURUM DONER, lo mismo pero con pollo (nada que ver).

Al día siguiente, 31 de octubre, salimos temprano y nuestra primera parada fue en el Hipódromo Bizantino. Aunque este hipódromo estuvo aquí desde los tiempos del Imperio bizantino fue Constantino, durante el Imperio romano, quien le dio su esplendor. Tenía un aforo de 100 mil personas y se realizaban aquí las carreras de cuadrigas. La espina llamaban al muro que formaba el límite; tenía 35 monumentos de los cuales quedan 3; Los caballos que están hoy en la Plaza San Marcos de Venecia; algunos Mosaicos que veremos más tarde en la catedral de Santa Sofia y la columna de Constantino construida en Egipto en el 15 A.C, en granito rosa. Originalmente, esta columna fue construida de 32 mts de alto; hoy día apreciamos aquí solo 19 ½ mts., ya que cuando Constantino la hizo traer no cupo en el barco y, en consecuencia la picaron. La parte restante permanece, acostada, en El Cairo.




Las carreras de cuadrigas eran el deporte del momento; los equipos principales, azules y verdes, no solo agrupaban una parcialidad deportiva sino que también representaban una diferente región y grupo social. Los verdes eran los cristianos monofisitas que sostenían que Jesús tenía sólo naturaleza divina y los azules u ortodoxos, sostenía que Jesús tenía una doble naturaleza, divina y humana. Tan terrible fue la lucha que terminó convirtiéndose en guerra civil y destruyeron prácticamente toda la ciudad. (Los monofisitas fueron declarados herejes en el 451 por el Papa León I.).

También se encuentran en este hipódromo la Columna serpenteante del siglo 4º. AD que representa 3 serpientes enlazadas, monumento dedicado a Apolo que estaba originalmente en Delfos. El Obelisco de Teodosio del 390 AD y una fuente alemana donación del Kaiser alemán Guillermo II al sultán Abdul Hamet. Un dato curioso del Obelisco es que en su base está escrito a relieve un poema celebrando a aquellos que lograron erigirlo; de un lado está en griego y del otro en latín. Lo curioso es que en griego erigirlo costó 32 días, mientras que en latín sólo 30. La explicación sencillamente se debe al traductor, ya que en un idioma el poema rimaba con treinta y en otro con 32; con razón los italianos tienen un refrán que dice “traductor=traidor”.

Seguidamente fuimos a visitar la Mezquita Azul, llamada así por el color predominante en sus mosaicos. Fue construida por el sultán Ahmed, tiene 21.043 azulejos y 6 minaretes. Está construida de tal forma que a su pórtico nunca le da el sol.



En Turquía hay cerca de 3.000 mezquitas y el 98% de la población es de religión musulmana. Como este asunto es bien complejo y visitaremos unas cuantas mezquitas durante esta narración, es mejor que desde ahora les explique lo que medio entendí de las palabras de nuestro guía, quien amablemente se prestó a darnos una sucinta reseña de cómo va el cuento.

Las dos corrientes principales del islamismo son los sunitas y los shiitas. Los sunitas no tienen jefe espiritual; los shiitas si. A este jefe espiritual se le llama Ayatolah; el Ayatolah es líder no solo espiritual sino que, en el fondo, es también líder político. Los shiitas son mucho más severos y dogmáticos, además, obedecen ciegamente la voluntad de un Ayatolah, a quien se supone en contacto directo con la divinidad

La población de Turquía es casi toda sunita, es decir, no tienen líder espiritual, ni clero. Podría decirse que son musulmanes Light. Existe, si una profesión que es la del Iman; el Iman no es sacerdote, ni pastor; es un laico que ha estudiado profundamente y a nivel profesional los libros sagrados y está entrenado para dirigir la oración, que debe ser sincronizada. El Iman es un empleado público, pagado por el Estado y su función principal, entre otras, es convocar a los fieles a la oración 5 veces al día; esto se hace a través de un sistema de altavoces con que cuentan las mezquitas y consiste en un lamento largo y prolongado que recita, acompasadamente, palabras del Corán (este fue el lamento que oímos al principio). La oración sólo es obligatoria para los varones y puede realizarse en cualquier lugar. Solo los viernes están obligados a asistir a las mezquitas. Antes de rezar, los musulmanes deben hacer abluciones, es decir, lavarse pies, manos, antebrazos y caras; para tal fin, en los jardines frontales de las mezquitas hay fuentes o chorros de agua.

Toda mezquita tiene 3 elementos indispensables: 1º un altar orientado hacia La Meca donde está el 1er templo construido por Abraham y su hijo Ismael. 2º. Un púlpito desde donde el Iman dirige la oración. 3º. 8 medallones en lo más alto que representan al Corán. Según este libro sagrado, la divinidad no tiene imagen, la divinidad es inconcebible y para Alá todos son iguales, es por ello que una representación iconográfica de la divinidad es herejía, así que los medallones solo están escritos con frases bien sean de Mahoma o del Corán mismo, nunca hay imágenes en las mezquitas, en ninguna parte, ni en vitrales, cuadros, nada: formas geométricas y colores. El musulmán comienza la oración de pie, luego se inclina de medio cuerpo y luego hasta el suelo con la frente tocando el piso. Los viernes, el Iman sube al púlpito y lee o explica algún pasaje del Corán; no es sermón, no opina, no obliga, no induce. Simplemente lee, sin comentarios.

Después de la Mezquita Azul, pasamos a la Iglesia de Santa Sofía que está justo en frente. Santa Sofía se llamó originalmente AYASOFYA o Hagia Sofia, es decir, Iglesia de la Divina Sabiduría. Son los cristianos modernos quienes la han bautizado como Santa Sofía (aunque se duda de que dicha santa exista). Ayasofya fue construida por Constantino y finalizada por su hijo; destruida por la guerra civil entre monofisitas y ortodoxos de la que hablamos al principio fue reconstruida nuevamente por Justiniano entre los años 1632 al 1637; durante la 2ª. Guerra Muncia fue destruida parcialmente de nuevo y reconstruida como la vemos ahora.




Los mosaicos de Ayasofya son, sin embargo, bizantinos; los vitrales otomanos y, al estilo musulmán, solo representan formas geométricas pero, en el techo podemos ver las formas del Ixtit que simbolizan el pez del cristo. En Ayasofya podemos ver también los mosaicos del siglo 16 donde aparece Constantino regalando la ciudad a la Virgen Maria y Justiniano regalando esta Iglesia a la ciudad. La puerta principal es del Siglo II A.C. y, al intentar colocarla, no cupo, es por ello que, para no cortar puerta tan valiosa, fue abierta una zanja en el piso para encajarla (como es evidente dicha puerta no cierra).

Nuestra siguiente visita fue al Palacio Topkaki que fue construido como residencia del Sultan Mehmed II imitando las construcciones de los palacios chinos, en varios edificios separados. El palacio Topkaki ocupa 60 hectáreas y la entrada se encuentra en la llamada Puerta de la Felicidad, porque era donde se coronaban los sultanes bajo un ciprés que tiene más de 500 años. El Palacio es hoy un museo que alberga maravillosas colecciones de porcelanas chinas y las joyas reales que, dicho sea de paso, con una sola de ellas, podría pagarse la deuda externa de cualquier país.

Ese día nos llevaron a comer al restaurante KONYALI; allí probamos el SUBOREGI que es una especie de torta de pasta rellena de queso y perejil. Los musulmanes no beben alcohol, por lo que las bebidas favoritas son el té y el ayran. El ayran es yogurt líquido que sirios y libaneses perfuman con agua de azahar y miel, mientras que los turcos lo toman solo con sal. Por mi parte, me hice adicta al té turco de manzana, a tal punto que nos trajimos una caja, así como también los vasitos pequeños en que suelen tomarlo. El guía, con cierto desprecio en la voz, me informó que el té de manzana es para turistas, ellos toman te rojo o té negro; yo los probé, ambos y saben a matas amargas así que insisto en recomendar el de manzana….DELICIOSO.

Después de comer fuimos a visitar el Gran Bazar. Se encuentran aquí cerca de 4 mil tienditas de distintas mercancías, alfombras persas, piedras semipreciosas y ojitos turcos a granel: grandes, pequeños, en pulseras, dijes, para colocar en la pared. Notamos que muchos musulmanes tienen un rosario, cuyas cuentas pasan rápidamente, murmurando; pues bien, lo que hacen es repetir los 33 nombres de dios (¿???) 3 veces.

Esa noche, libres de la vigilancia de nuestro guía, regresamos a la peatonal y entramos en una pequeña taberna, aquí por vez primera probamos el vino turco “Tilsim”, bastante bueno por cierto; los mejillones fritos (Midge Tava), no me gustaron gran cosa y BEYIM TAVA (sesos fritos, guácala).

A la mañana siguiente fuimos a la Mezquita de Solimán el Magnífico; Solimán fue el sultán que consolidó el Imperio Otomano; lideró la conquista de Belgrado, Rodas, Hungría, Marruecos, parte de Oriente Medio, y el Golfo Pérsico. Fue protector de las ciencias, las artes y la filosofía siendo él mismo poeta y autor de la reforma de todo el sistema legal otomano. En las afueras de la Mezquita está su tumba y el cementerio de la zona. Notamos que algunas lápidas tenían esculpidas letras y otras flores. Luego nos explicaron que las de flores corresponden a mujeres. En tumbas más modernas nos llamó la atención la palabra “Aliesi” en gran cantidad de lápidas, esto es porque dicha palabra significa “familia”, en consecuencia, lo que veíamos eran panteones familiares.

Cada sultán intentaba hacer una mezquita grandiosa que recordara su reinado, así que de aquí fuimos a la Mezquita de Eyup, construida por el sultán Eyup que supuestamente fue gran amigo de Mahoma.

Especial atención nos mereció la Iglesia de San Salvador en chora del siglo XIII (en chora significa fuera de las murallas o en las afueras). Los frescos de San Salvador son de los más antiguos que se han conservado y sus mosaicos están realizados en pan de oro. Llama la atención que en los frescos se representan imágenes de la Virgen María en su infancia, con sus padres, así como también uno en el cual la virgen tiene al niño en brazos pero, al contrario de casi todas las demás imágenes de este conjunto, no tienen la vista al frente sino que se están mirando entre sí. Es una bellísima imagen de amor materno.

Esa noche fuimos, ¿y cómo no? A un show de bailarinas de vientre. El show no fue la gran cosota, sin embargo vale destacar que las bailarinas tienen cada músculo del abdomen independiente uno de otro; son capaces de mover cada uno a voluntad, sin borrar la sonrisa, la expresión de la mirada y, además, sacudiendo piernas y pies aparentemente, en dirección distinta ¿Qué tal?????.

En la mañana del viernes 2 de noviembre, fuimos a navegar el Estrecho del Bósforo. Allí, al tender la vista al horizonte, pueden verse los barcos haciendo fila para atravesar el estrecho pasillo marino que conecta con el Mar Negro. Sobre nuestras cabezas, el Puente colgante Bogazici de 27 mts de ancho y 1.074 de largo que une Asia con Europa, atravesando el Cuerno de Oro, ría de unos 8 kms abierta al Bósforo que se interna en el valle de Estambul, dividiéndolo en parte norte o europea, y zona sur o asiática. Muchos turcos viven en la zona sur de Estambul y trabajan en la parte norte, con lo cual, hacen a diario, dos viajes intercontinentales, NICE ¿no les parece? Hacia las orillas podemos ver las casas y palacetes de los grandes cacaos turcos, incluida la casa del Pasha (significa gobernador o comandante) y el Palacio de Beylerbeyi (Señor de Señores) del siglo XII, que fue el palacio de veraneo del Sultán Murat III. A este palacio se le considera pequeño, apenas 24 habitaciones y 13 salones. Está decorado con alfombras persas, jarrones chinos, cristales de bohemia, o sea pues, lo mejor de lo mejor; francamente, estos sultanes se daban la gran vidorria.

Por la tarde visitamos el Bazar de las Especias, un poco más pequeño que el Gran Bazar, menos turístico. Un festival de olores, colores y sabores (y de ojitos turcos, claro está).

El sábado 3 comenzamos nuestra travesía por tierra hacia el interior de Turquía. Nuestra primera incursión fue a la ciudad de Bursa para visitar el Bazar de la Seda. Bursa fue la primera capital del Imperio Otomano y era aquí donde finalizaba la llamada Ruta de la Seda que comienza en China. Visitamos también la Mezquita Verde. Las Mezquitas del interior son menos turísticas, más pequeñas y más conservadoras por lo que ya recomiendan a las mujeres que nos cubramos la cabeza y, los lugareños empiezan a mirarlo a uno medio raro.

A partir de este punto del viaje, la gastronomía de más pura confección turca hace su aparición. Los aromas y sabores se acrecientan fuerza y prolifera el comino, al que son muy afectos los platos de esta zona.

Esa noche dormimos en el hotel Kolin en Canakkale. Por la mañana saldremos con ruta final hacia Kusadasi donde embarcaremos hacia las islas griegas; antes de llegar, no obstante, nos quedan algunas paradas. La primera de ellas es TROYA.

Me faltan palabras para describir la intensa emoción que estas ruinas me causaron. Haber leído, analizado, enseñado y repetido hasta el cansancio la crónica épica de Homero describiendo estas tierras y hoy poder elevarme allí, sobre la piedra en la cual estuvo el templo de Atenea, otear el horizonte esperando ver las naves aqueas preparándose para el combate; imaginar aquella ciudad culta y próspera, regada con la sangre de sus hijos, sentir la ira de Aquiles por la muerte de Patroclo; percibir el cadáver de Héctor, destrozado a mis pies, bañado por las lágrimas de Príamo. Oigo en cada piedra el gemido de un guerrero, veo, a lo lejos, en el alba roja, la huída de Eneas y Anquises, los valientes troyanos que habiéndolo perdido todo van en busca de la gloria que les han prometido en la ciudad de las 7 colinas. Cada ruina, cada piedra, cada resto tiene grabado un canto al valor, al arrojo y a la astucia de los guerreros tirios y troyanos.






Continuamos viaje hacia Pergamo (antigua Bergama). Visitamos aquí la Acrópolis, el Templo de Atenea, el Templo de Trajano y la Biblioteca, segunda más grande de la Edad Antigua, (después de la de Alejandría) que se destruyó también por un incendio; debido a los múltiples problemas que tenían los antiguos para traer el papel de la China, lograron crear en esta biblioteca, el pergamino. Claro, reflexiona uno, todas las bibliotecas de la antigüedad fueron destruidas por incendios; esto no es casualidad. Junte usted luz de las velas, pergaminos y frailes cansados y ya tienen todos los elementos para una asoladora fogata libresca.

Después de dormir en el hotel Korumar, partimos en la mañana hacia Efeso, la ciudad antigua mejor conservada de Asia Menor. Nuestra primera visita fue a la casa donde, según algunas pruebas, trascendió la Virgen María (Meryema-Ana, en turco).

Esta casa está situada en las afueras de la ciudad, en el monte Coressos (el Papa Juan Pablo II estuvo aquí en 1979). Juan, cumpliendo la palabra empeñada a Jesús en la Cruz, huye con María de la persecución desatada contra los cristianos y se refugia en Efeso, con ella. Sin embargo, debido a la rivalidad que se establece entre el culto que ya comienza a generar la madre del Cristo y la diosa local Artemisa, son obligados a instalarse en las afueras del centro poblado. Es indescriptible la paz que invade el corazón nada más pisar aquellos jardines. Es un bosquecillo totalmente silencioso, no parecen anidar pájaros aquí, ni animales de ninguna especie, como si se hubieran retirado, respetuosos del recogimiento que se respira en la casa. La umbría y callada humedad que rodea este monte, es, tal vez, el bálsamo suave y necesario para serenar el corazón sangrante de una madre que ha visto morir a su hijo. Eso fue lo que sentí. Sin entrar en consideraciones teosóficas o filosóficas sobre la misión del Cristo o su divinidad; en este jardín, en esta paz, sólo pude percibir dentro de mi corazón, el corazón adolorido de una madre.

La casita de piedra, hoy convertida en capilla, consta de dos pequeñísimas habitaciones; en la primera gran cantidad de exvotos de fieles agradecidos y en la segunda un pequeño altar. Hacia las afueras, se encuentra la pared de los deseos donde todo el mundo coloca peticiones escritas, la gran piscina donde se hacían los bautizos y la fuente de donde se toma agua bendita. Por nuestro desconocimiento, no habíamos llevado botella, así que tuvimos que ingeniarnos para traer algo de esa agua. Lo que en realidad molesta es que abajo, en la entrada estén los comerciantes vendiendo el agua que la virgen nos da gratis, a un precio escandaloso, además.

Desde aquí nos dirigimos a las ruinas de Efeso donde conocimos El Templo de Adriano, los Baños Romanos y el Odeón.

En la mañana embarcamos en el Barco Cristal de la línea de cruceros LOUIS HELLENIC para hacer un recorrido por las islas griegas.

La primera isla que visitamos fue PATMOS. Aquí el emperador romano Domiciano desterró a San Juan (el evangelista, el de Juangriego, o sea pues, el nuestro). Visitamos la cueva de piedra donde, según la tradición, se refugió y desde donde escribió el Apocalipsis. Está allí la piedra aplanada que usaba como escritorio, la hendidura que utilizaba como cama pero, sobre todo, se siente una energía estremecedora, en el ambiente se percibe la devoción, la ira, la resignación y, en ocasiones, hasta la locura. Penetrar las entrañas de esta cueva hace que se erice todo el pelo, que se oprima el pecho, que se inunden los ojos. Fue algo tan estremecedor, nos embebimos de tal manera que, cuando regresamos a la realidad, el autobús del tour nos había dejado abandonados. El viento helado y furioso que sopla en esta colina, el susto de sentirte sólo en un país desconocido de lengua extraña nos paralizó en el primer momento; pero, tal vez, animados por la fuerza interior y la protección de Sanjuancito, pedimos cola a otro autobús de turistas (británicos en este caso) y así logramos culminar nuestra pequeña aventura.

Esa noche, en el barco, asistimos a un show de bailes típicos griegos el cual cierra ¿cómo no? Con el baile de Zorba. Simplemente, estupendo.

Cuando abrimos los ojos, a la mañana siguiente, a través de las ventanas del camarote divisamos las imponentes murallas de Rodas; antigua capital del dodecaneso, donde se supone estuvo colocada la estatua del dios Helios considerada una de las 7 maravillas del mundo antiguo. El centro de esta ciudad medieval nos traslada hacia los Caballeros de la Orden de San Juan y demás templarios que impusieron en casi toda Europa la religión armada.

El jueves 8 amanecimos en Creta; atravesando su capital, Heraclion, nos trasladamos al palacio de Knossos, el mismo donde el Rey Minos enfurecido por el asesinato de su hijo Andrógeos, manda a construir el terrible y perfecto laberinto donde colocó al Minotauro, monstruo de cuerpo humano y cabeza de toro que se alimentaba de 7 doncellas anuales y que fue vencido por Teseo, con la ayuda de Ariadna y su madeja de hilo.

Esa misma tarde llegamos a Santorini; ningún elogio, ningún ¡Ahh! es exagerado para el espectáculo extraordinario que ofrece esta isla a la medida que el barco se acerca. Las capas geológicas de la tierra pueden observarse distintamente. Las casitas blancas que coronan las montañas apenas si parecen tridimensionales. Esa tarde viví una de las experiencias más aterradoras y divertidas de toda mi vida: recordando mucho a Jenny, subimos a Santorini EN BURRO. Tranquilos, nada de que preocuparse, los burros sobrevivieron la experiencia.



A la mañana siguiente, atracamos en el Puerto El Pireo en Atenas. Les digo, señores y señoras, juramos regresar a Atenas. Es una ciudad increíblemente bella. No sólo por estar llena de historia y mitología sino también como ciudad moderna.

Empezamos por el PANATINAIKOS o stadium donde se celebraban los antiguos juegos atléticos en honor a la diosa Atenea y que fue reconstruido y remodelado para las olimpíadas modernas del 2004, así como también el Palacio Real, custodiados por los evzones uniformados y la Tumba del soldado desconocido.




Luego, trasladándonos hacia el glorioso pasado ateniense, para visitar el templo de Zeus Olímpico, al cual se accede por el Arco de Adriano, el odeón de Herodes Atticus, el templo de la diosa NIKE, la colina de las ninfas, el templo de Efessius, la Roca del aerópago, desde donde predicaba San Pablo y por último, majestuoso, imponente, impresionante: EL PARTHENON. Las sutiles desproporciones de sus columnas especialmente diseñadas para verse proporcionadas, la inmensidad de sus columnas combinadas, jónicas y dóricas, para completar un conjunto arquitectónico ante el cual ni siquiera puedes exclamar nada, porque la boca se te queda abierta de puro asombro, sin palabras.

Luego, el barrio de Plaka, moderno, precioso, lleno de tienditas insólitas y, claro, los maravillosos GYROS, toda una experiencia de sabor.

jueves, 13 de noviembre de 2008

UN CODICE DE MARGARITAS









UN CODICE DE MARGARITAS


En la fecha más esquiva de nuestro calendario (29de febrero) salimos rumbo a la ciudad de México. Llegamos cerca de la medianoche con tiempo apenas para alojarnos en el hotel Royal Zona Rosa. Excelente ubicación. Temprano, a la mañana siguiente, salimos a visitar la ciudad.
Nuestra primera parada fue en la Plaza de la Constitución, a la cual popularmente se le conoce como "el Zócalo". Es la cuarta plaza más grande del mundo, sólo superada por la Plaza Tiananmen de Beijing, la Macroplaza de Monterrey y la Plaza Roja de Moscú; el Zócalo de la Ciudad de México se considera el centro de la identidad nacional mexicana. Está localizada en el corazón del Centro Histórico. Esta ubicación fue escogida por los conquistadores porque es la misma que tuvo el centro político y religioso de Tenochtitlan, capital del imperio azteca. El Zócalo está rodeado por la Catedral; el Palacio Nacional, sede del Poder Ejecutivo Federal y el edificio de Gobierno del Distrito Federal, sede del Poder Ejecutivo local. En el Palacio Nacional pudimos apreciar uno de los murales más impactantes de Diego Rivera, en este y en los muchos otros que encontraremos en nuestros recorridos de autores como José Clemente Orozco, Sequeiros, Montenegro, podemos darnos cuenta de que la historia, las leyendas y las costumbres de este país pueden leerse en sus murales. Lo que para nosotros representaron los libros de Guillermo Morón o del Hermano Nectario Maria (según la edad), para los Mexicanos es un inmenso muro de rostros, formas y colores explosivos. Por eso, tal vez, los mexicanos llevan su historia en los ojos y también en el corazón.
Luego, fuimos a visitar el Museo de Antropología que es un asombro continuo; aunque aquí tuvimos el primer encontronazo con nuestro guía, por su arrogancia y su manía de hablarnos silabeado como si fuéramos niños de mollera dura, pero que quede claro, fuimos huesos duros de roer y, al final, tuvo que bajar el copete. Nada de eso, sin embargo, opacó nuestro encuentro con lo avanzado de las culturas azteca y maya, sus conocimientos astronómicos, su magnifica organización socio cultural no dejan de ser una revelación. En el fondo, uno, proveniente de indios caribeños, zafios y cruentos, se siente, ante la magnitud del conocimiento de estas sociedades precolombinas, como la “guate e´perro” de América.
En este museo reposa la piedra original de “El calendario solar azteca” o Piedra del Sol, que es la representación gráfica de un ciclo de 52 años que se divide en cuatro trecenas, cada uno diferenciado de los otros mediante la asignación cíclica de uno de los jeroglíficos Técpatl (pedernal), Calli (casa), Tochtli (conejo) o Ácatl (carrizo) y uno de los dígitos del 1 al 13 (representados con puntos).
Cada año azteca o Xíhuitl consta de 18 meses, de 20 días cada uno, y un mes con sólo cinco días y seis horas (Nemontemi) llamados Cempohuallis. Es muy similar al Calendario Maya, no obstante, este último tiene carácter profético en sus tunes y katunes.
.Más tarde visitamos el bosque de Chapultepec, donde mora el chapulín colorado (una especie de tarita roja) aquí probamos las frutas frescas que venden ya picadas y aliñadas con SAL Y CHILE. Al final de tan agobiante caminata, comimos en La Fonda del Refugio: topopos con guacamole, quesadillas, zopes con guindilla, enchiladas verdes y fajitas de pollo (teníamos muuucha hambre) y, por supuesto MARGARITAS… a granel.
Esa noche fuimos al show de un establecimiento, ubicado en la Zona Rosa, llamado FOCOLARE. Estos locales privados han venido a llenar el vacío que la inseguridad y el descuido de la Plaza Garibaldi han provocado no sólo en los turistas sino también en los propios citadinos. De cualquier manera, el show de mariachis es excelente, se pasa muy bien y aunque no comimos, no nos pareció que la cocina fuera especialmente destacable.
Al día siguiente, 02 de marzo, salimos rumbo a Querétaro y San Miguel Allende. Estas dos ciudades, declaradas Patrimonio Histórico de la humanidad son preciosas; de calles empedradas, parece como si la colonia española se hubiese quedado agazapada en estos rincones. La cultura original asentada en estas zonas es la puerépecha, maravillosos en el arte de las cerámicas coloreadas, que se conocen como cerámicas de Talavera. En San Miguel Allende, visitamos también la estatua construida en honor a Don Pedro Vargas, en la esquina de la que fue su casa natal, la cual es simplemente una casa de habitación (no museo ni nada por el estilo) aparentemente por problemas de sucesión.
La Catedral de San Miguel Allende está dedicada al Arcángel San Miguel y, en ella está la imagen más bella que yo haya visto de este ángel. Las calles del casco histórico son también empedradas y la ciudad, en general, está llena de eventos musicales y culturales. Aquí, en su plaza central, degustamos los fabulosos esquites (maíz desgranado con limón, mayonesa y chile (¡cuando no!). Claro, uno puede pedirlos sin chile (cosa que hicimos) y aguantarse la mirada de desprecio del vendedor.



Nos alojamos en el hotel Misión de los Ángeles, una instalación bellísima, maravillosamente decorada, en la que cada rincón nos trasladaba al México colonial. El hotel estaba casi vacío (de huéspedes y de personal) por lo que tomamos el restaurante por asalto.
El 3 de marzo salimos con rumbo hacia Dolores Hidalgo, ciudad cuna de la independencia Mexicana (donde el Padre Hidalgo y Costilla dio el Grito de Dolores que es una vaina así como nuestro 19 de abril). Dolores Hidalgo pertenece al Estado de Guanajuato. Es pueblo de artesanos y otro de los grandes estados fabricantes de la cerámica de Talavera. Desde aquí, partimos a la ciudad de Guanajuato, capital del Estado homónimo y también declarada Patrimonio Histórico de la Humanidad. Camino de Guanajuato, divisamos el Cerro del Cubilete, en cuya cima se encuentra el Cristo de Guanajuato. Supuestamente, estas agrestes montañas inspiraron a José Alfredo Jiménez para escribir la canción “El Jinete” y, observando el árido paisaje, se percibe a lo lejos, sobre las resecas colinas, ese jinete solitario, jinete de muerte y llanto.
Nuestra primera visita al llegar a Guanajuato es para el monumento del Pípila; su verdadero nombre era Juan José de los Reyes Amaro y había nacido en 1782. Se unió al movimiento libertador del padre Hidalgo en 1810. En septiembre de ese mismo año, los ejércitos realistas se habían atrincherado en la alhóndiga de Granaditas (un inmenso castillo-granero con muros de piedra) entonces, viendo la imposibilidad de penetrar en él, el Pípila se colocó como escudo una gigantesca losa de piedra y, con una antorcha en la mano, llegó hasta la puerta y le prendió fuego, permitiendo el ingreso de los insurgentes y la derrota de los colonialistas. Finalizada la guerra, el Pípila regresó a San Miguel Allende, donde había nacido y continuó trabajando en las minas hasta su muerte en 1863.
Almorzamos en Casa Valadez, frente al maravilloso edificio del Teatro Juárez. La Basílica de Guanajuato está dedicada a la Virgen del Carmen, donde su imagen está trajeada de azul y no de marrón como es lo corriente. Visitamos también “el Callejón del Beso”, una callejuela empedrada cuyas casas están tan cercanas, que sus balcones casi se tocan. Este callejón cuenta con la leyenda de unos amores contrariados; en esta leyenda el padre mata a su hija, apuñalándola en la espalda por encontrarla besándose con su amado. Desde entonces, las parejas acuden a ese tercer escalón a sellar con un beso su amor eterno.
En la ciudad de Guanajuato se ha construido un sistema de túneles y calles subterráneas que, aunque originalmente fueron diseñados para canalizar las aguas, hoy día se utilizan como canales de circulación regular, permitiendo mayor fluidez en el tránsito de superficie. Una obra de ingeniería asombrosa.
También aquí, en Guanajuato, está el convento de San Agustín, donde se creó la piñata. Originalmente fue una estrategia para inculcar a los niños indígenas la religión. Las piñatas eran unas esferas coloridas con 7 picos que representan los 7 pecados capitales y, al caerles a palo, se estaban destruyendo esos pecados para obtener dulces como recompensa. Se hicieron populares especialmente en las POSADAS, durante las cuales se representaba el nacimiento del niño dios y se rompía la piñata al compás del canto:”Dale, Dale, no pierdas el tino. Si pierdes el tino, pierdes el camino. No quiero oro ni plata, yo lo que quiero es romper la piñata”
Ese mismo día salimos hacia San Luís Potosí, una de las regiones más importantes en la actividad minera de la plata. El itinerario nos llevó rápidamente a Zacatecas, donde nos alojamos en el Hotel Emporio, de estupenda ubicación, instalación y atención. Esta ciudad tiene un gran peso en la historia de la Revolución Mexicana en contra de Porfirio Díaz, ocurrió aquí en 1914 una de las batallas más importantes, conocida como La Toma de Zacatecas. En esta batalla, Pancho Villa --asistido por Felipe Ángeles y Pánfilo Natera y sus dorados, tomaron control de la ciudad de Zacatecas, asegurando el financiamiento de la revolución. En honor a Pancho Villa, se le construyó una estatua en el Cerro de la Bufa.
Una de las primeras cosas que llama la atención en Zacatecas es el color de su cielo; no el celeste pálido que acostumbran a pintar los niños; no, es de un azul sólido, azul Windows, sin una nube, limpio y muy frío. Esa misma noche salimos a pasear y terminamos en una cantina, “La Cantina del Refugio”, al más puro estilo charro. El sitio está en la casa que fue de Páfilo Natera, uno de los brazos armados de Pancho Villa, y conserva todo el gusto y la decoración del pasado. Cuentan que en esta misma casa un soldado revolucionario se abrió paso para exigir a los generales que respetaran su familia y fue acribillado allí, ahora, su fantasma vaga por la cantina y, de cuando en cuando, se asoma a las fotos de los turistas; nosotros no tuvimos esa suerte (ya revisamos).
Entre las muchas curiosidades que guarda esta casa-cantina está también la foto de dos populares borrachas (la guayaba y la tostada) nombres que asumimos inmediatamente. Otra de las curiosidades de este local es que, los baños están primorosamente decorados con frases divertidas al estilo graffitis; una de ellas, que pienso adoptar como lema: Hacer caso a pendejos es engrandecerlos.
A la mañana siguiente fuimos al Cerro La Bufa, una enorme piedra guardiana de Zacatecas; se encuentra allí el monumento a Pancho Villa, el centauro del norte; nacido como Pedro Arango en el Estado de Durango, mata al violador de su hermana Martina y, en consecuencia, tiene que esconderse en las montañas haciéndose guerrillero. En 1910 se une al ejército de Madero y encabeza la toma de Zacatecas. También subimos en teleférico para obtener una vista panorámica de toda la ciudad.
Zacatecas es tierra de bravos; Otro personaje al que se le rinde homenaje en esta zona es Ángela Ramos, conocida como Juana Gallo, quien se unió a Pánfilo Natera en la toma de Zacatecas y quien, según sus propias declaraciones: “se chamuscó hartos pelones”


Al final de la tarde, visitamos la mina de plata El Edén. La mina tiene su fantasma propio; en este caso se trata de Roque, un avaro minero que escondió una piedra de alta ley para robarla y fue atrapado por un derrumbe. Se dice que aún ronda por los socavones buscando su piedra pero debe ser tan inefectivo fantasma como ladrón porque en una sección de esta mina funciona una discoteca, “el Socavón del Grillo”, y nadie ha salido espantando.
Esta noche tenemos pautado celebrar el cumpleaños de Oneyda en la “Cantina del Refugio”; en esta zona es casi imposible conseguir un mariachi, ya que lo que se escucha es la música norteña, sin embargo contratamos un trío (deben llamarse los tirapiedra) malísimo. Nos divertimos tanto riéndonos de los muchachos que ni siquiera se sabían la letra de las canciones y, además, fue tan obvio que nos estábamos burlando, que casi al final, lograron juntar la letra de dos canciones seguidas y salvar su orgullo.
Al día siguiente, 6 de marzo salimos hacia Guadalajara vía Aguas Calientes. El plan es almorzar en Tlaquepaque y continuar hasta la ciudad. En Tlaquepaque está el “parián”, que es un mercado artesanal muy completo e interesante. Tanto Tlaquepaque como Guadalajara pertenecen al estado de Jalisco, considerado el sitio donde se originó el mariachi. La Cultura francesa tuvo en esta zona gran importancia y los franceses de dinero invitaban músicos locales para las fiestas de “MARRIAGE”, o sea matrimonio; de allí surge la palabra Mariachi.
Nos alojamos en el Hotel de Mendoza, el peor de todo el tour; literalmente dormimos en la cama de piedra y de piedra la cabecera. El paseo por Guadalajara fue extenuante. Aunque es una ciudad grande y muy bella no pude disfrutarla completamente. Además, en la noche teníamos una cena en el local más popular del sitio llamado “El Bariachi” que, aunque con buen show, tampoco nos fue posible permanecer hasta el final.
El 7 salimos para Morelia, pasando por Tzintzuntzan y Patzcuaro. En Tzintzuntzan (que significa “lugar de colibríes”) tuvimos la oportunidad de ver el cristo hecho de caña de maíz que está demostrado que crece y es, supuestamente, muy milagroso.

Luego en Patzcuaro fuimos a la Iglesia de María de la Salud. Tiene un manto azul bajo el que te cobijas y pides por la salud con la oración:”Virgen Santísima, María, Madre de Dios, Salud de los enfermos, concédeme tu protección. Cúbreme con tu manto, ampárame, defiéndeme, socórreme, sáname y sálvame, amén. Virgen Madre de Dios, Rogad a Jesús por mi.”
Morelia es una ciudad grande y moderna donde se conjugan un centro histórico colonial muy bien conservado, y una ciudad moderna y pujante. El centro de Morelia está presidido por una fuente llamada “Las Tarascas”, escultura que representa a 3 indias con los torsos desnudos, portando una cesta de frutas. Esa misma noche regresamos a México D.F.
En la mañana fuimos a la plaza de “Las Tres Culturas”. Ubicada en el “tiangis de Tlatelolco”, es decir, el mercado más importante de los aztecas; hoy presenta un monumento en el cual la figura de la izquierda es un indio, la de la derecha un español y la central y más grande, el mestizaje que hoy es toda América. Desde allí partimos hacia Teotihuacan, la ciudad de los dioses, para conocer las Pirámides del Sol, de la Luna, la ciudadela con el Templo del dios Quetzacoatl (serpiente emplumada) Camino a las pirámides, pudimos ver los “cholesquincle”, perros sin pelos que comían los Aztecas y que hoy están en peligro de extinción (medio feítos, los bichos).
Las pirámides transmiten una energía palpable. Es sorprendente ver aquellos enormes monumentos e imaginar cómo pudieron ser construidas. Una experiencia única (aunque uno sólo suba 5 escalones).
De allí partimos a la Basílica de Guadalupe, maravillosa obra de arquitectura moderna. A través de unos pasillos rodantes (como los de los aeropuertos) se tiene la oportunidad de ver la Tilma original de Juan Diego, donde apareció la imagen en el cerro Tepeyac. La devoción y el fervor del pueblo mexicano hacia su Lupita es contagiosa, tal vez esto se deba a sus múltiples similitudes con Tonancín, la madre de los dioses según los aztecas, que fue identificada en el códice de 4 pétalos y, claro, también a lo milagrosa que es. Luego pasamos una tarde deliciosa navegando en las barquitas de Xochimilco, serenateados por Mariachis.
El lunes 10 fuimos a Taxco y Cuernavaca y nos volvimos locos comprando objetos de plata.
Fuimos, por nuestra cuenta también, y de día, a visitar la Plaza Garibaldi y el Teatro Blanquita. Este Teatro era, en el principio, una explanada donde acostumbraban a presentarse artistas cómicos con sombrero (para recibir las propinas del público callejero). Luego fue una carpa y, finalmente, construyeron la edificación. De la explanada de Blanquita salieron grandes nombres como Tintán, Resortes y hasta el mismo Cantinflas.
Nuestras actividades de los últimos dos días se resumieron a conocer y comer en el Café Tacuba (preciosa decoración) y en el Restaurante Los Girasoles, También bellísimo y de excelente comida. Ambos ampliamente recomendables.
Llega el momento de regresar a casa, hasta el próximo periplo.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

HABLANDO DE CUECAS, MILONGAS Y CANDOMBE






HABLANDO DE CUECAS, TANGOS, MILONGAS Y CANDOMBE

Aterrizamos en Santiago de Chile y nos dirigimos a nuestro alojamiento, el hotel Crowne Plaza, ubicado en la Av. Alameda, casi frente a al barrio Bella Vista. Inmediatamente, fuimos a recorrer las calles de Santiago. Nuestro objetivo era visitar la feria artesanal de Santa Lucía para luego, rematar almorzando en el mercado Central.
Llegamos a la mencionada feria artesanal, donde conseguimos hermosas joyas de lapislázuli (la piedra emblemática de Chile), montadas sobre plata. No se pregunten si compramos, la respuesta siempre es SI.

Al filo de mediodía llegamos al Mercado Central a almorzar. Este mercado es de una pulcritud y una belleza impresionante. Su armazón de hierro fue construida por Eiffel, que no tengo idea de por qué andaba encaramando hierros por esos fines de mundo. En su interior, está lleno de restaurantitos típicos muy agradables; Nos sentamos “Donde Augusto”. Sitio recomendado (*****) Allí saboreamos las especialidades gastronómicas de este país “locos con mayo” (inmensos abalones sancochados con salsa de mayonesa); machas a la parmesana, (molusco que parece una lenguita); erizo crudo, esto no me gustó mucho porque es medio baboso y empanada chilena rellena de queso con camarón: Una delicia.





Luego de descansar un rato en el hotel, por la noche, nos fuimos a “Los Adobes de Argomedo” una cena show en la Av. 10 de julio. El espectáculo presenta las danzas folclóricas chilenas: la cueca, esa que se baila sacudiendo en el pañuelito; danzas indígenas de la Isla de Pascua, en las que las mujeres mueven sinuosamente sus cuerpos, muy parecido a las danzas Hawaianas, al igual que los trajes (es decir falditas y sostenes de hojas. Collares y tocados de flores y plumas). La comida excelente. Sitio recomendado (****). Cerca de nuestra mesa había un grupo bastante heterogéneo donde confluían españoles, peruanos y chilenos y, a pesar de querernos desconectar totalmente del personaje que nos desgobierna en el país, es inevitable que la gente, al identificarte por el acento, traiga el tema a colación. Es interesante, sin embargo, que independientemente de la actitud de los gobiernos, la gente en la calle, el ciudadano común, lo considera un payaso, un grosero, un abusador o un idiota al que se lo están chuleando bueno y sabroso, según los diversos puntos de vista, pero difícilmente hay una percepción favorable. Magro consuelo, pero consuelo a fin de cuentas.
Al día siguiente fuimos a hacer el city tour. Para hacer un poco de historia, Chile es descubierto por Don Diego de Almagro, quien engañado por Pizarro se va a las tierras al sur del Perú buscando el Cuzco, de hecho muere en luchando contra Pizarro por la posesión de esa ciudad. Es entonces Pedro de Valdivia quien funda la ciudad de Santiago como Santiago Apóstol de la Nueva Extremadura o Santiago del nuevo Extremo; Valdivia fallece en el ataque de los Mapuches o Araucanos (los chilenos no aceptan el nombre de Araucanos y utilizan su nombre original “Los Mapuches”). Le sucede García Hurtado de Mendoza quien viaja en compañía de Don Alonso de Ercilla; como quizás recuerden, don Alonso es el autor de la primera obra de tema americano, “La Araucana”.
Chile fue libertada por Bernardo O´Higgins el 18 de septiembre de 1810. Está dividido en 13 regiones que, a su vez, se dividen en Provincias y estas en Comarcas. Sus principales productos son el cobre, el salmón, las flores, las frutas y el vino. 16 millones d chilenos, 6 de los cuales viven en el área metropolitana, tienen un Congreso bicameral (120 diputados y 38 Senadores) y su presidenta actual es Michelle Bachelet, con la que ya han comenzado a tener conflictos, especialmente en materia de transporte.
Recorrimos el Paseo La Alameda también conocido como Av. Libertador Bernardo O´Higgins, que atraviesa toda la ciudad. Vimos la Universidad de Chile, fundada por Don Andrés Bello; El Cerro Santa Lucia que rinde honor al 13 de febrero, fecha en que se forma la primera junta de gobierno (me pareció una fecha así como el 19 de abril que da inicio a una vaina que nadie sabe bien qué es, pero importantísima).
Conocimos, por fuera claro, el edificio de Arsenales de Guerra, cuyo mayor interés es que data de la colonia y su construcción es de cal y canto.
El Palacio de la Moneda, construido en 1786 se encuentra ubicado frente a la plaza Constitución y, hacia uno de sus costados, en una callejuela poco transitada, está la puerta Morandí 80; esta puerta es famosa porque por allí abandonan el Palacio los Presidentes salientes ¡cuánto daríamos nosotros por tener una Morandí 80 y usarla…. pronto!!!!!!.

A unas 5 o 6 cuadras de allí está la Plaza de Armas, donde se encuentra marcado, en un mapa de cobre, el Km. 0 de Chile (como frente a Notre Dame en Paris); frente a la Plaza de Armas están: La casa Colorada, que es hoy el museo de Bellas Artes y la Catedral de Santiago. En los altares de la Catedral están dos santos Chilenos: Santa Teresa de Los Andes, una monja Carmelita que murió antes de cumplir los 20 años; su verdadero nombre era Juanita Fernández Soler y su misticismo y absoluta entrega a Dios se manifiesta a los 10 años cuando hace su primera comunión. A principios del 1919 ingresa al convento, hace voto de castidad y un año después en abril de 1920 fallece. Es beatificada por Juan Pablo II en 1987 y canonizada por el mismo papa en 1999. Su fiesta es el 13 de julio.

El Segundo Santo es San Alberto Hurtado. Nacido de familia aristócrata en 1901 en Viña del Mar, se gradúa de Abogado en la Pontificia Universidad Católica de Chile y, el mismo año de su graduación ingresa al convento de los Jesuitas. Dedica su vida a defender a los más necesitados. Cuentan que se le veía manejando una destartalada camioneta verde en la que repartía comida, ropas medicinas y consuelo. Funda el Hogar de Cristo, una especie de casa asilo para los menesterosos. Fue Canonizado en el 2005 por Benedicto XVI (el papa nuevo). Fallece de cáncer de páncreas en 1952. Se le considera en Chile como el patrono de los trabajadores y sindicalistas

No dudo en absoluto de la santidad de estos personajes, que hicieron un gran bien en sus comunidades, tienen milagros comprobadísimos y segurito que están en el cielo; pero no puedo más que pensar que José Gregorio es bien deslechado.

Vigilando el barrio de Bella Vista se encuentra el Cerro San Cristóbal, es un morro en cuya cumbre está enclavada la Inmaculada Concepción.

Ese día fuimos a almorzar en Patio Bella vista, en la Urbanización del mismo nombre. Salvando las distancias, es como ir a comer al Soho. Aquí se encuentra la parte cultural, bohemia de Santiago. Con excelentes restaurantes, galerías y tiendas de arte y artesanías. Escogimos el Restaurant “Como Agua para Chocolate”, que rinde homenaje a la novela homónima de la mexicana Laura Esquivel. Nada más entrar el ambiente te conquista. La decoración es tan sencilla, creativa y hermosa que parece que hubieras traspasado la barrera del tiempo, cayendo en los albores del Siglo XX. La atención es cálida y, de la comida… ni hablar, fabulosa y creativa; queríamos probarlo todo. Pedimos, para entrar una ensalada de espárragos, champiñones, alcachofa y lechuga portuguesa y un gratén de machas que ya nos había vuelto locos en el mercado; con la idea de probar lo más atractivo de la carta, cada uno pidió un plato distinto: Yo pedí un hojaldre de Salmón, Orlando un Congrio en pebre de palta y Oneyda, el Panecillo de Jaiba, todo esto regado con sauvignon del 2006 de la casa Varamonte. Chúpense los dedos que todo estaba divino (*****)

Al día siguiente, sábado 24, habíamos decidido ir a la Casa Museo de Pablo Neruda “Isla Negra”. Neruda, como quizás todos sepan, tenía 3 casas en Chile: “La Chascona”, en el Barrio Bella Vista que someramente describí antes. El nombre de esta casa es el sobrenombre de Matilde Urrutia, su 3ª esposa, verdadero y último amor; significa, en el lenguaje popular de los chilenos “despeinada. “La Sebastiana” ubicada en Viña (a donde no fuimos) y por último, bordeando la costa hacia el sur, a una hora en carro desde Santiago, “Isla Negra”. En esta casa vivió Neruda sus últimos días y aquí están enterrados sus restos así como los de Matilde. Una junto a otra, las tumbas miran hacia el mar y, por momentos, uno puede sentir que la pareja que allí yace, quizás, al atardecer, cuando todo queda en silencio, se sienta en la gravilla y se toman las manos, en muda contemplación del océano.

La carretera hacia “Isla Negra” está flanqueada de pinos y sauces llorones; cada tanto, se abre un espacio de chalecitos pequeños, muy dignos y limpios, construidos para las clases bajas; es tan armónica la distribución que parece sacada de alguna estampa “naive”.

Al Llegar a “Isla Negra” te envuelve una atmósfera de paz; en el aire mismo flotan versos; la armonía se respira, se hace palpable. Todo lo que esta casa contiene resuma poesía: la disposición de los muebles, cada objeto de sus mil y una colecciones, cada mascarón de proa que asoma en una esquina, su habitación acariciada de azules, todo está inundado de metáforas; cada madero es caricia, cada piedra es rayo, cada objeto una estrella y en cada rincón, late un mar.



La casa esta intacta; todo está en el sitio en que ellos lo tenían, tal vez por eso se perciben las huellas de sus manos; las vibraciones de sus almas palpitan en cada vitrina, en cada ventanal, en cada piedra y cada flor del jardín. “Isla Negra” no es un museo; es un hogar; uno espera confiado en que, detrás de alguna puerta aparezca, en cualquier momento, el poeta.

Flotando entre nubes de espuma salimos de allí y dejamos que el chofer nos condujera a un pueblito cercano llamado Pomaire; allí nos metió a almorzar en un sitio pésimo donde la comida estaba fría y la cerveza y el vino calientes. Lo único más o menos decente fue la conocida empanada de pino, es decir, la empanada chilena de guiso de carne.

Al día siguiente, domingo 25 salimos rumbo a Puerto Montt y Puerto Varas. Desde aquí se toma el barco para hacer el cruce de lagos, siguiente objetivo de nuestro paseo. Llegamos al aeropuerto Tepual y nos dirigimos Puerto Varas, ciudad en la que vamos a pernoctar. Originalmente Puerto Mont se llamaba Meli Pulli que significa en 4 colinas. Mientras nos acercábamos desde Puerto Montt a puerto Varas fuimos observando los bosques de alerces y las casitas estilo colonia Tovar, hechas de madera recortada en tejas en forma de escama de pescado. En Puerto Varas, la catedral es de madera de alerce con techo de lámina de cobre. Estos puertos fueron desarrollados por los alemanes de la Selva Negra, quienes fueron traídos aquí en 1852. Es una zona que tiene 220 días de lluvia al año por eso, quizás, los indígenas primigenios la llamaban: Llanquihué que significa profundo, sumergido. Esta es la zona productora de salmón (2ª. en el mundo, sólo detrás de los noruegos); también crían truchas pero, con tanto salmón, la trucha casi es considerada guate de perro.

Los habitantes de Puerto Varas se llaman a sí mismos “La Muerte” porque son los últimos en muchas cosas. En efecto, trazando una línea en el Ecuador, encontramos que aquí están la última estación de tren del mundo, el último centro comercial e inclusive el último Mc Donald. Tienen como costumbre “tomar las once”, al final de la tarde; como una especie de te de los ingleses, solo que en este caso no es té y las once no tiene nada que ver con la hora, sino con las once letras que tiene la palabra AGUARDIENTE. Ah!!! Y todavía no les he hablado del “Pisco Sour”…Una bebida estupenda cuya autoría se pelean peruanos y chilenos, se prepara con Pisco (el aguardiente propio), limón, clara de huevo, amargo de angostura y es deliciosa; recientemente supe que ganaron los peruanos la denominación de origen.

Comimos en un restaurante llamado “Las buenas brasas”, y a que no adivinan qué elegimos? …. No adivinaron ¿verdad? Salmón y centolla:
SIMPLEMENTE F A N T Á S T I C O S. (****)

El lunes 26 dejamos Puerto Varas en barco, navegando por el lago Llanquihue, rumbo hacia las cataratas de Petrohué (lugar de humo). El Llanquihue es el 3er lago más grande de América y el más grande no compartido de Chile. El más grande de todos es el Titicaca, compartido entre Bolivia y Perú; el 2º es el General Carrera, compartido entre Argentina y Chile y el tercero es el Llanquihue, íntegramente chileno, con 872 kms2 y 350 m de profundidad. Está rodeado por los volcanes Osorno, Calbuco, Tronador y Puntiagudo que casi nunca se ve (tuvimos la fortuna de que asomara para nosotros); el Puntiagudo tiene 2652 metros de altura y su copa, siempre blanca, no es por nieve sino por un glaciar. Era conocido por los indígenas como demonio de las alturas.



Desembarcamos en Peulla y almorzamos aquí, al aire libre, con avíos comprados el día anterior. Por la tarde seguimos la travesía hacia el “Lago de Todos los Santos”, llamado así en honor al día de su descubrimiento. Aquí pudimos apreciar la Isla Margarita, una isla privada propiedad de los dueños de la empresa de turismo que regenta los barcos (una especie de Fucho Tovar patagónico); el apellido es como Rossemberg o algo así, así que a las jóvenes solteras y en edad de merecer de la familia: …atención con chilenos de apellido Rossem algo alemán. A ver si pescan alguno…. Vale igual para los varones y las chilenitas del mismo apellido.

Finalmente llegamos a Puerto Blest, frontera con Argentina de aquí haremos la travesía por el Lago Nahuel Huapi, Argentino, hasta Puerto Pañuelo. El Lago Nahuel Huapi está atentamente vigilado por los volcanes nevados y enormes montañas de la sierra andina. Las gaviotas revolotean sobre nosotros, chismeando entre ellas y acercándose a robar en vuelo galletas de las manos de los pasajeros; muchos logran la fotografía con la gaviota suspendida sobre la mano. Al llegar a Puerto Pañuelo seguiremos en autobús hacia Bariloche. Antes de finalizar este capítulo del cruce lagos debo decir que, en materia de paisajes naturales, jamás había visto algo más espectacularmente bello. Las aguas de estos lagos son de azules y verdes imposibles; los custodios volcanes con sus picos nevados, los cerros poblados de pinos, son panoramas que dejan sin aliento.




Llegamos a Bariloche y nos alojamos en el Hotel Edelweiss. Esa misma noche fuimos a comer al Restaurante “El Tarquino”, recomendación de Hernán Rodríguez. Comimos bastante bien y la decoración del sitio es hermosa, aunque está un poco aparte de la zona central y comercial de Bariloche. (****)

El martes recorrimos la ciudad y llegamos hasta el Cerro Campanario que, aún no siendo el más alto, por su ubicación, (sólo como un otero, casi al centro del Nahuel Huapi) es el que ofrece las mejores vistas del panorama. Camino hacia este cerro vimos el río Angostura, una delgada franja que une el Nahuel Huapi con el Lago Moreno formando entre ambos una especie de 8 acostado. El lago Moreno se llama así en honor al Perito Francisco Pascacio Moreno, primer blanco en llegar a la Patagonia y artífice del acuerdo de límites entre Chile y Argentina (el Glaciar Perito Moreno también lleva su nombre). El Río Angostura tiene la particularidad de que, cuando el viento sopla, pareciera correr de derecha a izquierda, o sea, al revés, pues.

Almorzamos en “Familia Weiss”, sencillamente sensacional: Jabalí ahumado con salsa de frambuesa (yo) y con salsa de champiñón (Orlando); ciervo a la cazadora con esos ñoquis chiquiticos que no me acuerdo como se llaman (Oneyda), regado todo con un Malbec de la casa Familia Bianchi. (*****)

Ni que decir que al salir de allí nos fuimos a la tienda de delicatesses “Familia Weiss” a comprar patés y ahumados para traer.

Al día siguiente, miércoles 27 hicimos la excursión al volcán Tronador, llamado así por el estruendo pavoroso que provocan los desprendimientos de sus hielos. Al Tronador se llega a través de la Avenida Ezequiel Bustillos que se encuentra enclavada en medio del cordón montañoso y el lago Nahuel Huapi. El Tronador tiene 3550 mts. y en su falda está el glaciar negro, toda vez que sus hielos arrastran sedimentos de los volcanes y adquieren ese color, realmente impresionante. Parecen puntas de azabache o montañas de ébano. La cascada que se forma de su deshielo se le conoce como Garganta del Diablo.




Ese mismo día llegamos a hacer un almuerzo cena en Bariloche; nos habían recomendado un asador cercano al hotel llamado el “Asador de Molina”. Nos fuimos caminando (era muy cerca) pero la temperatura había metido un bajón a “single digit” de manera que cuando llegamos nos castañeteaban los dientes. Ni que decir que comimos cordero patagónico a la brasa con un malbec Newen de las Bodegas del Fin del Mundo en Neuquén. CHÚPENSE LOS DEDOS OTRA VEZ. (*****)

El 1º. De marzo (al día siguiente) salimos rumbo a Buenos Aires, ciudad siempre fabulosa, cosmopolita, europea. Algo nuevo que señalar: La Flor de Catalán, hermosa escultura en metal de una rosa que abre en la mañana y cierra por las noches y que fue colocada allí el pasado 21 de septiembre para celebrar el primer día de Primavera para los porteños. Esa misma noche fuimos a comer en la Cabaña de Lilia en Puerto Madero, frente al Río de la Plata, un corte de res tan blando que lo llaman OJO DE BIFE. Buenísimo. (*****)

Siguiendo recomendaciones de Jenny Morales, al día siguiente, paramos a hacer un brunch, (ya que en la noche teníamos cena show) en un sitio pequeñito y popular que está bajando de Recoleta, en el 937 de Talcahuano; se llama EL CUARTITO: las mejores empanadas argentinas que he comido en mi vida, recién hechas, increíbles; probamos también la Fugazzeta, una especie de pizza con ingentes cantidades de queso, e ingentes cantidades de cebolla caramelizada…POR DIOS, si tienen la oportunidad….. NO LA PELEN…(*****)

En la noche fuimos a ver el espectáculo: “OPERA PAMPA”, al aire libre, SENCILLAMENTE fabulosa; UNA ARTÍSTICA MANERA DE CONTAR HISTORIA; maravillosa música, excelente coreografía, en general, alucinante (*****)

Ese día, por obra de la casualidad, nos enteramos que Buenos Aires tiene una zona de outlets, muy popular entre los compra adictos….. ¡ejem ejem!… Recorre la Av. Córdoba desde Scalabrini Ortiz unas 10 cuadras, al día siguiente fuimos allá y… ¿¿¿¿Qué les puedo decir???? le borramos la paloma a la visa de tanto plancharla.

Luego, por la noche, fuimos a un show de tangos. “Esquina Carlos Gardel”, maravilloso ¿quieren saber el menú? La Entrada se llamaba VOLVER y consistía en un carpaccio de res con salsa de pera. El Plato fuerte: Bife de chorizo, con papas y tomates. El postre: MALEVO, un Brownie con flan de leche y salsa de dulce de leche. (*****)

El domingo 4 partimos para Uruguay en el buque bus, 3 horas navegando el río de la Plata. Llegamos a Montevideo a mediodía de un domingo lluvioso, lluvioso, lluvioso. Hicimos el City Tour esa misma tarde y casi sin bajarnos del autobús para no mojarnos los chicharrones. Sin embargo, al día siguiente, amaneció un clima estupendo, así que nos fuimos al Mercado Central, que nos lo habían recomendado como el sitio por excelencia para comer. Además, era el cumpleaños de Oneyda, así que la celebración debía comenzar desde la mañana. Después de visitar una peluquería en la 18 de julio, (absolutamente necesario, a estas alturas) y de conocer el mercado de artesanos, donde encontramos cosas muy interesantes, nos dirigimos a nuestro destino (el mercado); efectivamente, el sitio es una confluencia de restaurantes típicos pero, a diferencia del de Santiago, no hay puestos de venta, solo de comida. La pasamos estupendo y tomamos, claro está, la bebida típica de la zona que se llama medio y medio. Consiste en ½ de vino blanco freezante y ½ de champaña; bien frío es una maravilla. En las afueras conocimos una artesana que realiza maletitas en cuero, con todo funcional una belleza. Las compramos, por supuesto, como símbolo del alegre viajero. ¡Ojalá podamos seguir siéndolo!....

En la noche fuimos a la Cena Show EL MILONGON que reúne canto y baile de Tango, Milonga y CANDOMBE; confieso mi ignorancia: No tenía idea de que en Uruguay había negros. Resulta que la cultura negroide está muy arraigada en esta zona y, como dato curioso, los africanos llamaban a sus tambores de manera genérica TANGÓ y, por extensión, al lugar donde se bailaba tambor. Hay unos 200 mil negros en Uruguay y su ritmo el candombe, según ellos, más que música es una manera de vivir. Originalmente viene de los negros Bantú de Africa pero, probablemente esté emparentado con el CAMDOMBLÉ que se baila en Salvador de Bahía en Brasil.

El Candombe uruguayo se toca con tres tambores: Piano, el más grave; Chico, el más agudo y Repique, el medio. Intervienen en la comparsa: La mama vieja: una especie de madama; el gramillero, un viejo verde que coquetea con todas las chicas; El escobero, un niño o adolescente que baila con una escoba espantando los malos espíritus; bailarines de ambos sexos y la cuerda (que es el grupo de tambores). El cantante de nuestra “cuerda” era un viejito negro llamado Cheché Santos (parecido a Kiko Mendive, si es que recuerdan quién es); Cheché anima la parranda y pone a bailar hasta un mocho al ritmo de su “Ahí va, ahí va…” pasamos un rato verdaderamente animado y delicioso y ¿Cómo no? Oneyda bailó al centro con el viejito como remate a su fiesta de cumpleaños.

Al día siguiente regresamos a Buenos Aires para pernoctar y salir el día 7, muy temprano rumbo a casa. Por todo lo que han leido podrán suponer que vamos a tener que viajar en carga porque engordamos tanto que no cabemos en las butacas del avión.
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domingo, 9 de noviembre de 2008

SINGAPORE, CHINA Y TAILANDIA



CRONOLOGIA DEL VIAJE A LOS REINOS DE
FAR FAR FAR AWAY.


SINGA=LEON. PORE= CIUDAD.
Salimos a las 5 de la tarde con destino a Paris. Llegamos allí a la mañana del día siguiente y nos fuimos a descansar a un hotelito que nos había asignado la agencia para pasar el día. El calor en Paris era sofocante, no tuvimos tiempo de ir a la ciudad como habíamos planeado y, luego de descansar y tomar un refrigerio, nos devolvimos al aeropuerto. El avión se retrasó por mal tiempo y terminamos saliendo para Singapur pasada la medianoche. Al día siguiente, cerca de las 8 P.M llegamos a Singapur. Que nadie me diga que ese no es el reino de Far Far Far Away.

No nos dejamos vencer por el “jet lag” y en la mañana, fuimos al Centro Comercial Takashimaya, un centro comercial Japonés bellísimo, en la zona elegante de Singapur; Pasamos el día recorriéndolo y, por la noche fuimos a comer a un sitio típico donde la comida oriental nos deleitó. Excelentes y enormes cangrejos (nunca había visto tan grandes) pak choi, una especie de espinaca. También nos impresionaron las frutas como el longban, el rambután (una especie de fresa peluda) y el mangostín, esta última, particularmente, es como una granada marrón por fuera y cuando la abres dentro tiene unas bolitas que parecen un híbrido entre mamón y uva, riquísima.



A la mañana siguiente desayunamos ROTI PRATA; este roti no tiene nada que ver con el Roti hindú que nosotros conocemos, parece más bien una panqueca y se come con queso o con sirop. Luego fuimos a conocer Chinatown, y es totalmente distinto al Chinatown de N.Y. Una de las cosas más impresionantes de todo Singapur es lo limpias que son las calles, todo es aseado y ordenado INCLUSO CHINATOWN. Este país reúne las bellezas del continente asiático en un ambiente occidental. El calor es tan sofocante que TIGRE, una excelente cerveza lager singaporeana, fue un gran alivio durante toda la estadía.

El domingo, amaneció una lluvia tropical de esas que parecen cortina de agua, así que pasamos la mañana en casa; fuimos a almorzar a un restaurante japonés, GYU KAKU, excelente. Probamos la comida japonesa como nunca antes; en la tarde fuimos a visitar el Zoológico. Es una extensión fabulosa donde tuvimos la oportunidad de ver animales exóticos como los tigres de bengala, el oso polar, canguros, montar en elefante, etc.

El lunes fuimos a Little India, Buscando una fulana Gran Pagoda que nunca encontramos, entramos por la zona más fea del barrio hindú, lleno de olores y la gente con un aspecto pobre y desaseado, las quincallas muestran productos de todas partes y encuentras allí tanto baratijas como cosas de extraordinaria belleza; la mayoría de las tiendas tienen un precio fijo de 3 X 10, es decir 3 peroles cualquiera por 10 dólares singaporeanos. Compramos algunos anillos, souvenirs, etc. Al mediodía Jenny nos llevó a un restaurante hindú llamado Banana Leaf; al entrar nos recibió el fuerte y picante olor de las especies hindúes; luego vimos al mesonero acercarse hacia las mesas con una lata (estilo lata de manteca) y un cucharón, estaba sirviendo un arroz totalmente masacotudo sobre hojas de plátano( o sea, la hoja de plátano es el plato) cuando servía, el arroz sonaba plof, como una plasta; los comensales se deleitaban haciendo masacoticos con la comida, usando sus dedos para llevárselos a la boca, como diría alguien por allí, !demasiadísimo! Salimos corriendo. Perdonen la incultura ¡pero no puedo con eso!

Uno de los paseos más agradables es que bordea las orillas del río, lleno de pequeños restaurantes, donde se come exquisito; particularmente de noche por la brisa y la iluminación, constituye uno de los infaltables de Singapur.

Hay un comentario que he estado considerando hacer o no y es referente a los baños; los baños son, en realidad, letrinas enlosadas; si señor los baños estilo chino tienen un hueco con cerámica, NO TIENEN POCETA; puede que los hombres logren hacer pis con mucha puntería, las mujeres, como siempre, pasamos las de Caín. Una de nuestras guías chinas nos dijo que ellas lo prefieren así porque el cuerpo no entra en contacto con ninguna de las piezas sanitarias, lo cual es cierto, pero hermana, hay que ser experto en agachadas.

Por la noche, fuimos a unos pequeños quioscos que están a orillas del mar, en ruta hacia el aeropuerto donde se come delicioso y se pasa muy bien.

CHINA.

Lo primero que capturó mi atención en el propio avión de Air China fue la Declaración de Aduanas para los pasajeros y la copié textualmente, ya que fue un choque (el que recibe todo occidental ante un régimen comunista y el miedo de lo que nos pude venir a nosotros), no importa cuán abierta al mercado esté China hoy día, su declaración de aduanas reza así:
“CHINA CUSTOMS DECLARATION FOR INCOMING PASSANGERS”
Articles prohibited from importation in accordance with the law of the People’s Republic of China.
1. Arms.....etc
2. Currency.....
3. Printed matter, films, photography, gramophones records, cinematographic films, tapes (audio and video), compact discs (audio and video), storage media for computers and other articles wich are detrimental to the politics, economics, cultural and moral interests of China”
!Viva la libertad de expresión, Carajo! ..
BEIJING = BEI =NORTE, JING CAPITAL, BEIJING = CAPITAL DEL NORTE.

Al llegar al aeropuerto de Beijing, nos dimos cuenta de lo antipáticos y groseros que son los chinos, particularmente los funcionarios del aeropuerto, aunque esto parece ser perfil del cargo en el mundo entero.

Sin embargo, esa primera impresión la borró el recibimiento de Sonia, una chinita simpatiquísima que fue una de nuestras guías. Nos llevó al Hotel Tian Tan, y allí descansamos la tarde.

Esa noche comimos en el restaurante occidental del hotel y podemos recomendar la TSINGAO, cerveza nacional de China, otra lager, buenísima. Entre los datos que nuestra guia Sonia nos dio, está el de contestar PUYAO (la “y” suena como “sh”) para decir no quiero a los vendedores ambulantes que pululan por todos los sitios turísticos; Sie Sien= gracias; Tua a shao shien? = cuánto cuesta (recuerden que mi ortografía es de oído).

Al día siguiente, después del desayuno en el hotel, donde podías escoger menú continental pero también algunas delicatesses chinas, entre ellas, unos gusanos gordos, rozagantes y jugosos (ante los que intentábamos pasar con los ojos cerrados o la cara volteada) fuimos a conocer la Gran Muralla. Realmente una obra impresionante que ostenta el bien ganado título de maravilla del mundo.


La Muralla se inicia en la dinastía Ching y tiene 6.700 Km, uniendo 4 provincias y 2 regiones. Se comenzó a construir en el 770 A.C. por 7 diferentes estados; es reconstruida por la dinastía Ming, durante el 221 A.C, para defenderse de invasiones extranjeras, particularmente los mongoles, que tenían fritos a los chinos; en este tiempo se unifica el país y se unen las murallas para dar paso a la extensión completa que hoy visitamos. Cada 500 Mts. hay una atalaya las cuales se comunicaban entre sí por señales de humo, en el día y de fuego, en la noche, hasta la puerta de triunfo en Beijing.


En esa primera estación hay una baranda llena de candados que inmediatamente llama la atención; el asunto es que las parejas van allí y atan sus candados con cinta roja; estos candados representan la unión de la pareja, ya que ellos ven la muralla como lo más indestructible y estable. Claro está, si la pareja llega a romperse alguno tiene que ir a sacar los candados que los representan, muy romántico. Sin duda vimos varios candados solitarios.

Al bajar de la muralla fuimos a almorzar a un taller de jade. A China se le conoce como el reino del Jade y existen allí cerca de 30 tonos diferentes desde el verde oscuro hasta el blanco. Como casi todo en China, los colores del jade también tienen algunos simbolismos: el blanco, llama a la riqueza; el amarillo, protege la unión familiar; el verde oscuro, es el más valioso, relumbra en la oscuridad y representa, en consecuencia, poder;

Por la tarde, fuimos a visitar el mercado Ya Shaw, también conocido como mercado de la seda o mercado de las imitaciones. Es la actividad de compras más divertida; la gracia de este mercado consiste en el regateo, las chinitas que atienden las mini tiendas son expertas en el arte y la puja de precios se hace con una calculadora manual donde ellas colocan su precio y tú se lo rebates, con las consiguientes expresiones de asombro, horror, etc. Las chinitas de tanto recibir turistas han aprendido algunas palabras en italiano y español y las aplican indistintamente, particularmente, “finito, finito” para el precio final; amiguo por amigo y, sobre todo, “amiguo tacaño”; te agarran por el brazo y no te sueltan, mientras que todos los dependientes de las tiendas vecinas vienen a observar la puja, es comiquísimo y, además, se compra a precios irracionalmente buenos. Hay que tener, no obstante, mucho cuidado porque muchos puestos tienen imitaciones de marcas, pero muy mal hechas, Así que es necesario revisar toda la mercancía con ojo de águila, verificar que el paquete que te entregan tiene dentro lo que compraste, etc.

A La mañana del día siguiente, fuimos a la Plaza Tianamen, el Palacio Imperial y la Ciudad Prohibida.

La Plaza Tianamen una de las plazas más grandes del mundo; es un espacio enorme, con un obelisco en el centro. También se encuentra allí el mausoleo donde están visibles los restos de Mao; la cola para entrar a ver los restos era de casi 1Km, bajo un sol abrasador, pero muestra la devoción que aún siente el pueblo chino, especialmente las personas mayores y del interior, por este líder que llevó a la China a la unificación política, aunque durante su mandato se conoció una de las mayores hambrunas que se recuerde en el mundo entero; ejerció el gobierno con mano dura y cerrado criterio, allí está su enorme retrato presidiendo el corazón de Beijing. Es quizás la gente joven, que no ha vivido bajo su sombra, quienes comienzan a despreciar su criterio. Isabel, otra de nuestras guías en Beijing, nos explicó que, la mayoría de los jóvenes ya no se interesan en absoluto por el pensamiento de Mao y que van más hacia las ideas de Den Xiaoping; nos refirió inclusive la anécdota del gato negro y el gato blanco muy famosa; para quienes no la sepan, allá va. Cuando murió Mao, los grandes políticos e ideólogos de China comenzaron a dilucidar cuál debía ser el rumbo del país, hacia la izquierda o la derecha, fue cuando Den Xiaoping dijo: ni gato negro, ni gato blanco, gato que cace ratones; queriendo significar que lo importante no era la inclinación ideológica sino las acciones que dieran mayor bienestar al pueblo chino. ¡No deja de ser visionario e interesante! ¿No creen?

Otro de nuestros jóvenes guías nos comentó también que la mayoría de ellos no son religiosos practicantes, sino que más bien se han inclinado hacia el ateismo; ahora, sin duda alguna, el mejor comentario sobre la juventud china lo hizo nuestra guía-hijita Sonia, quien nos dijo que, en su mayoría, los y las jóvenes chinos actualmente le huían al matrimonio y al tener hijos porque, como muchos saben, existe una ley en China que multa fuertemente el segundo hijo, en consecuencia los chinos son casi todos hijos únicos por ende, al casarse les toca mantener 4 viejos y ¡eso es mucho trabajo! remató diciendo Sonia.

La Ciudad Prohibida incluye al Palacio Imperial. Se le llama Ciudad prohibida porque su acceso estaba vedado a todos, excepto claro, el Emperador y su séquito. El palacio consta de 720 metros y 999 habitaciones, este número de habitaciones corresponde sólo al emperador por ser hijo del cielo y el No. 1000 corresponde al palacio del cielo.


El palacio imperial fue habitado por 24 Emperadores, 10 de la dinastía Ching y 14 de la Ming. Todos sus edificios están divididos en 2 partes: interior y exterior y su distribución busca siempre la simetría y el orden armónico de norte a sur. Las entradas tienen 9 dragones tallados en piedra (protectores) y hay en todo el palacio 18 tinajas de la paz (1 por cada provincia). Estas tinajas eran de oro y, cuando la guerra contra los japoneses estos entraron a saquear el palacio y rasparon todas las tinajas para llevarse el oro. Se pueden apreciar las raspaduras.

Es importante observar la diferencia entre el Dragón y el PiChu, hijo 9º del dragón. El PiChu es símbolo de riqueza y poder, tiene cabeza de dragón, patas de caballo, cuerpo de león y cola de serpiente, nunca pierde. Se alimenta de joyas y abundancia es por eso que hay que mantenerlo siempre con la boca hacia fuera, para que acumule riquezas de afuera hacia adentro. Además del Dragón y PiChu, también es común ver en este palacio estatuas de Grullas y tortugas símbolos de longevidad (sin duda estos símbolos de longevidad deben funcionar porque la mayoría de los chinos llegan a avanzadísimas edades), así como dragones y serpientes, protectores de los palacios y del emperador.
Hoy partimos para Xian; nuestro objetivo central es ir al Museo de los “Guerreros de TerraCota”; como el tren sale a las 4 de la tarde, decidimos pasar el tiempo que nos queda en el mercado Ya Shaw, casa de las “amiguas tacañas”. También fuimos a una peluquería cercana donde, para lavarte el cabello, te dan el más delicioso masaje en el cuero cabelludo, desestresante y fantástico. Conocimos a unos venezolanos que están contratados tocando salsa en un club de Beijing, aparentemente los chinos enloquecen por la salsa y la bailan también.

Esa tarde nos fuimos a la estación de trenes, pasaremos la noche viajado hacia Xian, la cabina del tren está bastante bien, privada (2 personas por cabina) los baños un horror (menos mal que por lo menos hay uno occidental) y la comida terrorífica. Tuvimos que comprarnos una sopita de esas de pote al que se le agrega agua, pero era muy picante y casi no pudimos comerla.

Así como Beijing, por ser la capital del país, es también la capital política y Shangai es la capital económica, Xian se considera la capital histórica. De las 24 dinastías chinas 14 nacen en Xian. Es también una ciudad universitaria con 57 universidades y más de 1 millón de estudiantes.

Visitamos la Gran Pagoda del Ganso Salvaje que pertenece al Siglo VI, durante la dinastía Tang, la construye el emperador Li Chi Tang en memoria de su madre. Tiene 56 mts y 9 pisos. Hoy en día en China existen, según nuestro guía, 100 millones de Budistas y unos 20 de Taoistas, sin embargo, coincide con nuestras otras guías en que la juventud, en su mayoría, es atea. En este templo no sólo se le rinde culto a Buda sino que existen también gran devoción por el monje TANG XUAN ZANG que tradujo y difundió los textos budistas por toda China. Es interesante ver como los rituales se realizan con 5 elementos, en ese caso, 2 velas rojas y 3 varas de incienso; tratamos de hacerlo lo más devotamente posible, pero un monje tuvo que venir a ayudarnos porque no es fácil encender sin quemarse las muñecas.


Luego fuimos a conocer el taller de cerámica y es algo verdaderamente prodigioso, el detalle de los dibujos, el colorido, la cantidad de horneadas a fin de que luzca con el brillo de la conocida porcelana china pero con una resistencia casi de metal; con razón estos pueblos se destacan por su paciencia y minuciosidad. Casi todo o todo es hecho a mano, cuidadosamente.
Por la tarde, fuimos a conocer el museo de las terracotas. Recibe unos 8 mil visitantes diarios (que es muchísimo, considerando que está en el culo del mundo) Se encuentra al pie de una montaña que, a pesar del calor, todas las mañanas se cubre de nubes; esto es así, a decir de nuestro guía, porque ellos consideran que los dioses utilizan las nubes como vehículo y, de esta manera, el acercamiento a ellos en mayor. El Emperador Qin Shi Huang, que llego a ser rey a los 13 años, logró durante su corto reinado (221-206 AC) construir un imperio centralizado. En este proceso, sin embargo, fue sumamente despiadado y cruel, creándose muchos enemigos a los cuales sin mucho miramiento mandaba a la tumba. Pensando entonces, que el día que a él le tocara morir iba a encontrar a todos estos enemigos, mandó a construir un ejército completo de unos 8 mil hombres armados, caballería etc. Es en 1974 cuando la comunidad de Xian buscando el nivel freático en la zona para construir un pozo descubre la primera fosa. El proceso de reconstrucción de cada guerrero, que tiene 22 siglos enterrado, tarda más o menos un año.
Las excavaciones son impresionantes y el nivel de detalle de cada guerrero, de cada uniforme, nos habla también de la minuciosidad de los artesanos chinos. Salimos del Museo de Terracotas para abordar el tren que nos llevaría a Shanghai. Esa noche fue terriblemente mala.

SHAN = ENCIMA, GHAI = MAR. SHANGHAI, CIUDAD ENCIMA DEL MAR.
Llegamos molidos a Shanghai y vino a recibirnos nuestro guía MIN, su nombre en español Hidalgo. Quizás les haya llamado la atención los nombres en español de nuestros guías; la verdad es que no son sus nombres reales; según nos comentaron en la universidad donde estudiaron español les hicieron escogerlos, algunos escogieron simplemente el que les gustaba, otros como en el caso de Sonia, porque les sonaba parecido a su verdadero nombre Soi xing.

Lo primero que llama la atención en Shanghai es el contraste pavoroso que se observa en sus calles. En un lado edificios fabulosos, con arquitecturas modernas e impactantes; en la acera de enfrente, miseria, suciedad, indigencia. El malecón de la ciudad, a orillas del mar, permite una visión del desarrollo arquitectónico; es quizás esta visión desde el malecón la que ha hecho a algunos decir que Shanghai es el NY de Asia. Pero, no obstante, es muy difícil dejar de mirar la miseria, porque simplemente la tienes enfrente, coexisten en el mismo espacio. Estuvimos un rato en el mercadito para turistas que hay cerca del malecón; todo es carísimo y no encontramos nada de interés, el calor y el asedio de los vendedores era demasiado agobiante, así que optamos por regresar al hotel.
De camino al hotel pasamos a conocer un pequeño centro comercial, cuya principal atracción es una tienda China por departamentos (Auchan), horrenda, pero Dios guió nuestros pasos hacia allá para que descubriéramos ¡...aleluya....aleluya....aleluya! UN PIZZA HUT, encargamos unas pizzas y nos las llevaron al hotel. Detalle curioso, los chinos no tienen permitido aceptar propina. Ni siquiera el chico del delivery la aceptó. Mañana tomaremos el avión de vuelta a Beijing y, sin salir del aeropuerto, regresamos en vuelo a Singapore.

Los chinos, a pesar de tener este país enorme, de costumbres milenarias, llenas de misticismo y simbolismo mitológico y religioso son, en general, gente desaseada y mal educada; hacen terribles ruidos con la garganta, escupen en el piso, en cualquier lugar, te empujan tratando de colearse, te atropellan sin consideración alguna, a lo mejor tiene que ver con que, al ser ellos tantos, tienen que defenderse a los codazos pero, al final uno queda con la sensación de que China sería mejor, si no hubiera chinos en ella.

Desde el aeropuerto de Shanghai de la zona este ( Shanghai tiene dos aeropuertos, lo cual nos habla también de su gran desarrollo económico) salimos con rumbo a Beijing.
El fin de semana, iremos a Tailandia. Esa noche, durante la cena nos trajeron la fruta típica de Singapore (durian), es como una gran guanábana pero de púas más duras, huele a rayos con rabo y sabe igual....Me perdonan pero hay que tener bríos para comerse esa broma....

TAILANDIA
En Bangkok, nos alojamos en el hotel Menam Riverside, la vista desde las habitaciones es bellísima, con el río y las barquichuelas atravesando.

A la mañana siguiente, después del desayuno, salimos del hotel en los típicos barquitos de Tailandia para ir a conocer el Gran Templo del Buda de esmeralda y el Buda Reclinado. La parte de Bangkok que hicimos caminando nos hizo sentir en el centro de Caracas, Buhoneros en las calles, un poco de suciedad y mal olor; sin embargo, lo colorido de los taxis (en serio, corollas 2004, 2005 y 2006 pintados de fucsia, morado intenso, naranja con franjas moradas), los tuk tuk (taxis moticos) te van envolviendo en la magia del oriente.

La magnificencia del templo del Buda de Esmeralda, finalmente, te atrapa en todo ese aroma de misticismo y devoción. Como andábamos (las mujeres) sin mangas, nos hicieron vestir unas camisas masculinas horrorosas y calurosas; a Andrea, que además estaba en pantalones a la rodilla, la hicieron vestir una falda tailandesa (bellísima). Pudimos recorrer todo el templo con nuestros zapatos puestos, excepto para entrar propiamente en el recinto de oración, donde si es necesario quitárselos.

La arquitectura, los repetidos adornos todos cargados de simbolismo, todo respira una atmósfera exótica y diferente. Aquí encontramos las figuras de SINGHA, el león. Nagha, la culebra de 5 cabezas y GARUDA, el águila, cuidadores de Buda. Igualmente impresionante son las representaciones de los diablos y los monos que aparentan sostener parte del templo. Las grandes estatuas de guerreros chinos, vestidos a la usanza hacen recordar aquel personaje cómico de FU MAN SHU.

De allí salimos al templo del Buda Reclinado, una estatua yacente de Buda, en posición de Nirvana (acostado de lado con los pies totalmente juntos uno sobre el otro), que mide 46 metros de largo y 15 de alto y está hecho de bronce y recubierto con pan de oro y en cara y pies tiene aplicaciones de nácar. Aquí nos dotaron de unas mantillitas como capa (para tapar la falta de mangas) y despojarnos de los zapatos; lo bueno es que en todos los templos que visitamos están preparados para la eventualidad de estos occidentales de porra que no saben como vestir para ir a un templo, de tal manera, que no pierdes la visita.

El Buda Reclinado es majestuoso; caminas a lo largo de su cuerpo y en la medida en que vas caminando, oyes un sonido metálico constante; en efecto, una de las paredes laterales está cubierta por cazuelitas de bronce donde, haciendo fila la gente va depositando unas moneditas de cobre en forma consecutiva (las moneditas las compras allí mismo). El sonido es musical y sedante (¡Claro que sí!, compramos y echamos las moneditas).
De allí salimos a almorzar, donde nos enamoramos del Pad Thai y de la ensalada de mago verd; cuando caminábamos para tomar un taxi de regreso al hotel, vimos una bicicleta cargando un carrito de algo frito, es una merienda muy popular las bolsas de cucarachas, sapitos, gusanos y grillos fritos, como comprar un cucurucho de maní.

Por la tarde fuimos a darnos un masaje tailandés. Esta fue una experiencia fabulosa. Yo he recibido todo tipo de masajes: reductivos, anti-stress, terapéutico, quiropráctico, pero este es totalmente diferente. Es en seco y consiste básicamente en dígito puntura y estiramientos (cuando digo dígito puntura digo mal, porque no es sólo con los dedos, en realidad debería decir toditopuntura, porque las tipas usan codos, rodillas, pies, brazos, piernas) y en cuanto al estiramiento (divino) en oportunidades piensas que te van a desarmar. Dichos estiramientos logran un relax de los músculos tan profundo que, algunos (me incluyo), logran echar un sueñito, sin importar que te están halando y jamaqueando y estirando. Al salir de allí, fuimos al Bar del Hotel y nos encontramos al resto del grupo y disfrutamos de una maravillosa danza de bailarinas tailandesas de movimientos suaves y figuras súper hermosas, las tipas no tienen ni un gramo de grasa en el cuerpo y no sufren del mal de las caribeñas: NO TIENEN CADERAS…

Al día siguiente, después del consabido desayuno, fuimos al Mercado Flotante. Es la experiencia más exótica que se pueda imaginar. En primer lugar, el mercado está sobre el río Kwai (para la nueva generación a quines quizás esto no les dice nada, pídanle al adulto que esté más cerca que les silbe la marcha sobre el río Kwai y entenderán de que estoy hablando). La idea del mercado flotante es que vas en una de estas barquichuelas tailandesas de las que ya he hablado repetidamente, y a la orilla del río hay quincallas llenas de productos de la región, artesanía, etc. Cuando muestras interés el barquero se arrima a la orilla y desde el barquito negocias con el o la dependiente. En ocasiones, cuando demuestras un poquito interés, el tendero hala tu barca con un bichero (palo largo para halar barquitos) y te acerca para tratar de convencerte. El regateo aquí también se hace necesario (no al mismo grado que en China) pero también funciona. Esta es una de esas experiencias turísticas que guardas en tu memoria y en tu corazón por siempre...diferente, exótico...increíble.
De allí fuimos a almorzar, en un restaurante pura pinta, pasamos por el taller de la madera donde se realizan esos cuadros inmensos tallados sobre madera con múltiples colores que con frecuencia vemos como típicos de la zona. Por la noche fuimos al mercadito nocturno (inmenso) lleno de todas las mercancías que puedan imaginar, a precios insólitos. Sin embargo, el encierro, lo laberíntico del sitio y el calor sofocante, no te permiten disfrutar a cabalidad (es sumamente fácil perderse allí, sobre todo para los de nulo sentido de la orientación, como yo).

Al día siguiente, sábado, fuimos al mercado de fin de semana y todo lo que dije del mercadito nocturno puede repetirse aquí, pero multiplicado por 2. Por lo que estoy contando, se darán cuenta que BANGKOK is a SHOPPING PARADISE........I LOOOVE BANGKOK.... Otra experiencia que probamos en Bangkok fue el masaje de pies. Contratamos un combo (pies, espalda y hombros) FFAANNTTAASSTTIICOOOO y además, baratísimo, pagamos unos 180 baht (incluida propina) que es como unos 5 US$.

En líneas generales, este viaje a algunos sitios de Asia es lo más exótico y quizás uno de los viajes más especiales que atesoraré en mi memoria.