sábado, 28 de abril de 2012


 BALI, INDONESIA.
 PARAISO MOTORIZADO.

Nos alojamos en el Aston Bali Resort en la zona de Nosa Dua.  Buena atención, buenas instalaciones,  buenas habitaciones y, además, cabe recalcar a modo de sugerencia,  que el hotel cuenta con un servicio de atención al turista con el cual puedes acordar un carro o una vans con chofer.  Estos choferes son quienes mejor saben cómo organizarse  para sortear el infernal tráfico de Bali, así que lo mejor es contratar el primer día a través del hotel y luego negociar privadamente con el chofer.

En Bali parece que se reúnen  todas las motos del universo, niños, muchachas, hombres, mujeres, viejas, mozas, novios y novias, madres e hijas, padres y bebes,  aquí todos  se trasladan en motos; el caos vehicular que esto ocasiona casi arruina la experiencia;  se pierde un tiempo precioso en el tráfico; lo digo en serio,  hay que ir psicológicamente preparado para sobrevivir al tráfico más infernal que se haya visto jamás y lo digo yo, que soy caraqueña.  Sin embargo,  hay que ir. Bali es un paraíso tropical tan hermoso, su gente es tan afable que vale la pena armarse de paciencia y superar ese pequeño escollo.
El pueblo balinés es muy religioso.   Constantemente y en todas partes,  vas tropezando con pequeñas y humildes cajitas llenas de flores, galletas, caramelos, cigarrillos, todo ello coronado con un incienso encendido.  Encuentras estas ofrendas en las aceras frente a los negocios, en las calles, sobre las mesas,  en los maceteros, en todas partes. Los balineses son hinduistas, a pesar de que Indonesia es un país mayormente musulmán; sin embargo, aquí no practican el culto ortodoxo del Hinduismo sino que tienen algunas modalidades tan particulares que, inclusive, su religión es llamada “Hinduismo Balinés”.
Nuestro primer día de estancia en Balí fue un día de luna llena; ello nos dio la oportunidad de presenciar la gran fiesta mensual que se organiza en torno a la fecha.  Las balinesas cargan en cestas, equilibradas sobre sus cabezas frutas, flores, comidas diversas, en ocasiones, llegamos a ver hasta lechones enteros para esta celebración mágico-religiosa.


 Visitamos el Templo de Tanah Lot, situado en la cima de un montículo de piedra.  Al templo se accede a través de un mercadito donde ofrecen toda clase de artesanía y ropa.  Están acostumbrados al regateo y hay que afincarse negociando,  puedes bajar hasta el 50% del precio originalmente ofrecido. 
Tanah Lot significa “tierra en medio del mar”.  Está ubicado cerca de Denpasar (capital de Bali) y se accede a él sólo durante la marea baja.  Los balineses creen que este templo está protegido por espíritus malignos y serpientes  venenosas que se encuentran en la base de la roca.  Antes de entrar al templo, debes hacer el ritual de purificación lavándote las manos con el agua que baja de la montaña,  luego recibes de manos del monje unos granos de arroz en la frente y una flor detrás de la oreja. 
Después de visitar este templo, nos dirigimos hacia la zona de Ubud para ver las Tegallalang, es decir,   terrazas de arroz; el panorama que presentan estas enormes montañas  terraceadas y  sembradas con este cultivo hace pensar que, si el americano es el hombre de maíz, el asiático, sin duda es el hombre de arroz.
   Otro paseo muy recomendable es ir a cenar en la Bahía de Jimbaran.  Jimbaran es un pueblito de pescadores que, en la propia orilla de la playa, tiene muchos restaurantes;  estos establecimientos poseen estanques con los peces y los frutos de mar vivos,  el  comensal  escoge su comida, cuando aún está viva y, posteriormente le es servida a la parrilla.
Para finalizar la noche,  asistimos a un show de la danza del fuego.  El instrumento musical predominante es un coro vocal de  hombres, mientras las danzarinas serpentean su cuerpo.  Normalmente estas presentaciones narran alguna historia del Ramayana; estas historias son  siempre un poco confusas, plenas de trances, encantamientos y guerras entre dioses y demonios.  En esta presentación específicamente estaban disponibles unas hojas explicativas de la historia, escrita en diversos idiomas.  Lo recomiendo como otros de los imperdibles.
El día siguiente es de gran agitación, comenzamos emprendiendo nuestro camino hacia el norte de Bali, atravesando el tráfico del que ya hablamos.  Nuestro destino es el templo de Tampaksiring o Templo de las Aguas Sagradas. 
En nuestra ruta, pasamos para ver los pintores balineses.  Tienen obras de extraordinaria belleza y a precios muy razonables.  Llamó particularmente mi atención, el trabajo de claro oscuro que realizan con varas de bambú.
La mayoría de los templos hinduistas en Bali son grandes parques donde la gente  va a limpiar su espíritu, a entrar en contacto con la divinidad y  también con la naturaleza; llevan comida y hacen picnic en las áreas del templo.  En Tampaksiring, particularmente, hay piscinas de agua que se supone sagrada donde se meten niños y adultos, íntegramente vestidos para purificarse.
Después de nuestra visita al templo, continuamos ascendiendo en la misma ruta hasta llegar a un restaurante con vista panorámica hacia los volcanes.  El restaurante como tal no es gran cosa, pero como mirador es estupendo justo enfrente de las bocas del Mount Batur, uno de los volcanes activos más grandes de Indonesia.
Al final de la tarde, ya desandando nuestro camino, paramos en la granja donde se fabrica el KOPI LUWAK      .  Esta es una experiencia única en el mundo que recomiendo como un absoluto imperdible.  Como quizás sepan, el kopi luwak es el café mejor y más caro del mundo, debido a su complejo proceso de obtención.  Me explico,  el luwak, que es una especie de comadreja,  se alimenta con los granos de café maduro; el animalito los come pero no los digiere sino que, en su estómago, los granos se fermentan con las enzimas de su digestión.  Cuando los “descome”, para decirlo elegantemente,  los granos son limpiados, secados, tostados y molidos.  De allí proviene el sabor dulzón y acaramelado de este café.  ¿Quieren saber si lo probé?
           
       …Claro que si y es divino!!!
                                                                                                 Otra recomendación en Bali es la playa de Kuta.  Esta es la zona de los surfistas, la juventud, la bohemia, los bares y discotecas.  También se consiguen mercaditos con la variada y hermosa artesanía balinesa.
 Dengan, Indonenesia, Kenangan Indah saya ambil dari sini (Gracias, Indonesia, bellos recuerdos me llevo de aquí).

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